Brotan voces de alerta con la mentira infame de que Nuevo León vive con Samuel García una crisis de gobernabilidad. ¡Vaya opinión estúpida!
Esa alarma grotesca es una insensatez intencional. Y suelen difundirla agentes opositores que buscan quedarse con el control del poder local.
En vez de ofrecer propuestas o programas de gobierno, estos agentes opositores (muchos son postulados como candidatos sin mérito alguno) proponen el miedo como fórmula ruin para atraer votos.
¿Es válido este método mezquino de hacer campaña? Desde luego que no. Porque lo que seguiría si le hacemos caso es aumentar los decibeles del escándalo público.
Una sociedad paranoica no jala votos a ningún partido, más bien azuza los demonios de la polarización.
Los llamados violentos convocan de inmediato verdaderos hechos violentos que no le convienen a nadie. ¿O sí?
Decir que Nuevo León está hundido en una crisis de gobernabilidad es una de las tantas variantes de las teorías de la conspiración.
Como la mayoría de estas teorías, carece de pruebas concretas y se basa en especulaciones y suposiciones infundadas.
¿Qué provocan las teorías de la conspiración?
1. Generan desconfianza en las instituciones, en los gobiernos y en las empresas.
2. Alimentan la especulación fantasiosa y desencadenan la falta de argumentos para debatir.
3.- Propician información contradictoria que lesiona el tejido social y las bases democracias en las que se erige una sociedad.
Cuidado con quienes propagan teorías de la conspiración como clamar que en Nuevo León hay crisis de gobernabilidad.
Lo que hay son políticos de baja monta que buscan desprestigiar al rival para mantenerse ellos en el poder, a costa de la opinión pública y de la paz de los nuevoleoneses.