La inseguridad, como ya lo dijimos, será el tema toral del segundo debate presidencial
Entre profes y Política
Seguridad Pública: ¿A dónde te fuiste divino tesoro? Cómo olvidar las tardes y noches en que las familias mexicanas podían sacar sus mecedoras a “tomar aire fresco” y echarse “las gaitas” del día.
Las reuniones se volvían demasiado amenas sobre todo con las pláticas de “aparecidos y espantos” de nuestros “viejos” y abuelos. Los refrescos iban y venían en nuestros vasos de veladora. El agua de limón era una constante. ¿Hielo? ¡No hombre, que va! Los chiquillos (nosotros) nos deleitábamos de singular manera con esos relatos medio macabros que parecían verdaderos programas de televisión personificados por nuestros antecesores. Nunca faltaba la picardía medio exagerada de mi padre al contar “sus vivencias allá en el rancho de Peñón Blanco (municipio de Salinas), San Luis Potosí. “Ora” sí que era “muy ocurrente” mi padre.
Las horas pasaban en un santiamén esperando las 10:00 de la noche; hora mágica y sagrada para ir a dormir; la mañana del día siguiente esperaba ansiosa para que el tumulto de trabajadores regios, obreros en su mayoría, acudieran a sus labores cotidianas para ganarse “el pan de cada día”. En esos años mi padre ganaba $120 pesos por semana. Mismos que alimentaban (medianamente) a una familia de ocho miembros. De verdad era insuficiente. Eso sí, la esperanza de la mejoría nunca terminaba. Ya mañana, Dios Mediante, será mejor; rezaba mi madre, “Doña Lupita”, cada noche. Esperanza mexicana de la época.
Las reuniones del atardecer e inicios del anochecer eran tan ansiadas que los niños ayudábamos a las tareas del hogar con tal de escuchar las aventuras y relatos de las vecinas. Mamá no podía faltar “a sus juntas o tardeadas”. Descubrimos que los cuentos de los abuelos eran más interesantes. Tenían mayor riqueza y contenido semántico.
¡Qué esperanza de actos de latrocinios y/o asesinatos! Sin decir que no existían, eran los menos. Éramos familias de clase media baja y media en general. Sin embargo, éramos familias regias felices en nuestras condiciones socioeconómicas. Siendo “la escuela” la meta por llegar para vencer la ignorancia y tener mejores oportunidades de vida. En esos años la escuela primaria era la obligatoria.
El progreso (desordenado) trae consecuencias, y no muy buenas. Los políticos iban y venían con sus promesas de campaña; estaban en ensayo para administrar al futuro. Recuerdo sin lugar a equivocarme que ponían a Monterrey y su área metropolitana en lugar como que de “otro planeta”. Es decir, una visión de futuro muy prometedora donde todo iba a ser felicidad. ¿Alicia en el país de las maravillas?
Inicia el Siglo XXI con indicios de “salvajismo social” donde ya aparecían los homicidios dolosos. Aquellas tardes de “mecedoras” eran parte del recuerdo. A inicios de 2008 la situación de inseguridad se torna algo complicada. La llegada de 2010 fue la cúspide en esta materia. ERA TAN PELIGROSO SALIR DESPUÉS DE LAS 08:00 DE LA NOCHE A LA CALLE. Nuevo León parecía estar en toque de queda siendo tan apenas las 20:00 horas. ¿Qué pecado habíamos cometido para merecer esto? Respuesta simple: Votamos por los gobernantes que elegimos y merecemos.
Ahora bien, ya en este sexenio que resultó más prometedor que todos los anteriores sumado al hartazgo que la población mexicana había experimentado con TREMENDOS ACTOS DE CORRUPCIÓN de los gobiernos que antecedieron, dieron un viraje al péndulo electoral y eligieron al candidato de “izquierda” que ansiaba con vehemencia la primera magistratura de México para acabar con todo lo viejo: LA MAFIA DEL PODER.
En este periodo gubernamental los homicidios dolosos ya superaron los 183,000. Datos al martes de los corrientes, según el INEGI. En el sexenio de Felipe Calderón estos asesinatos apenas rebasaron los 120,000. Pregunta: ¿Funcionó el programa “abrazos no balazos”? Y faltan más de siete meses para que concluya el gobierno de AMLO. Estimamos que rebasarán los 200,000 homicidios dolosos. LÓPEZ OBRADOR NO PUEDE “TAPAR EL SOL CON UN DEDO”.
Este segundo debate, apuesto doble contra sencillo, que ahora sí la candidata opositora al partido en el poder Xóchitl Gálvez se lanzará con datos duros en materia de seguridad para cuestionar abrumadoramente a la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia en lo SIGUIENTE: ¿QUÉ HA DEJADO DE HACER ESTE GOBIERNO (QUE PRETENDE ELLA CONTINUAR) PARA QUE EL PAÍS ESTÉ EN CRISIS? Será, más o menos, una de sus preguntas claves.
La seguridad y la corrupción son las interrogantes que Gálvez Ruiz utilizará para que Claudia Sheinbaum se tambalee y se vea mal. Si Xóchitl sale “al ruedo” como salió ente la Convención Nacional de Banqueros recién celebrada en Acapulco, YA LA HIZO. Sus asesores del PRIAN y del PRD allí sí se aplicaron. La expectativa a este debate del domingo 28 ESTÁ MUY POR ENCIMA QUE LA ANTERIOR.
Estos puntos álgidos, el del exministro Arturo Saldívar (qué pena me da), el de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, el recién atorón por encapuchados en Chiapas a Claudia; serán el dolor de cabeza de los fieles seguidores de la 4T; es más, serán sus puntos “de quiebre”.