Es muy grave que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) declare Estado Operativo de Alerta en el Sistema Interconectado Nacional.
Eso significa que nos cortarán la energía eléctrica en cualquier momento del día, con temperaturas que rondan los 40 grados Celsius.
La explicación técnica no nos ayuda en nada (queremos soluciones, no explicaciones de por qué podemos insolarnos), pero te daré contexto y luego la solución.
Ayer cortaron el suministro eléctrico en 20 estados del país, por una serie de fallas en las centrales de generación de electricidad.
Algunos fueron programados: es decir, la CFE decidió (ignoro bajo qué criterios) cuáles regiones se quedarían sin electricidad, a fin de nivelar la demanda.
Ayer, mis 7 xoloitzcuintles y yo nos quedamos sin luz en la casa a media noche. La pasamos a toda madre (con excepción de los piquetes de zancudo que también afectan a los perros), porque están bien entrenados, pero no se vale.
¿Cuál es el mayor riesgo que corremos? Que por más que se nivele la demanda, el sistema eléctrico acabará tronado uno de estos días. Así de simple.
¿Qué el mismo riesgo lo tienen en Texas? Seguramente. Y eso no nos quita a los nuevoleoneses el enojo.
Hace unos años, Manuel Bartlett comió en mi restaurante Mandela. Ya era director de la CFE. Estuve a punto de cuestionarlo por qué no invertía más en centrales eléctricas. Si la CFE es un monopolio (o bueno, es una paraestatal, que es lo mismo), y tiene clientes cautivos (todos los mexicanos), ¿por qué carajos le invierte tan poco a la generación y transmisión de electricidad?
Pero Bartlett iba como cliente. Ni modo. Es regla no escrita que al cliente se le respeta.
Sin embargo, ahora, desde esta columna que es como la trinchera de la patria chica, Nuevo León, ya no respeto a Bartlett. ¿Por qué? Porque no está cumpliendo con la encomienda que se le delegó.
La única forma de evitar un colapso del sistema eléctrico nacional, sería a corto plazo que Bartlett le diera mantenimiento a la infraestructura eléctrica obsoleta, es decir, a las plantas de generación, subestaciones, transformadores y líneas de transmisión que sean resistentes al calor. O sea, es cosa imposible de ejecutar.
A mediano plazo, que la próxima presidenta de México, que a todas luces será Claudia Sheinbaum, diversifique la matriz energética promoviendo la generación de energías renovables, como la solar y la eólica, para reducir la carga sobre el sistema eléctrico convencional, sobre todo durante los periodos de alta demanda de energía causados por el calorón como el que sufrimos ahora.
A largo plazo, que los nuevoleoneses aprendamos a usar eficientemente la energía, apagado de luces y electrodomésticos innecesarios, moderando los aires acondicionados y ventiladores, y aplicando medidas de aislamiento térmico en nuestras viviendas y edificios comerciales y fábricas.
¿Está difícil el esfuerzo? Sí. Pero no hay de otra. Y para el próximo sexenio, que no se le ocurra a Claudia poner a un clon de Manuel Bartlett en la CFE. Sería el colmo. Suficiente desastre, tuvimos este sexenio con este señor ahí, acostumbrado a que se le caiga el sistema.