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Opinión

Rangel Frías, rector Segunda parte

Pensando en La gente

En su segundo informe de labores correspondiente al año escolar 1951-1952, el Lic. Raúl Rangel Frías refiere obras y eventos que resultaron trascendentales para la infraestructura educativa de la máxima casa de estudios, sobre todo, la creación de la anhelada Ciudad Universitaria, veámoslo a continuación.

En el apartado del Consejo Universitario, se informa que el 27 de noviembre de 1951, dicho órgano aprobó por unanimidad las gestiones realizadas por el gobernador del estado, Dr. Ignacio Morones Prieto, el rector de la universidad y por el patronato universitario, en virtud de las cuales se solicitó y se obtuvo del presidente de la República, Lic. Miguel Alemán Valdés, la cesión del terreno y los edificios de la ciudad militar de Monterrey para edificar la futura Ciudad Universitaria. En esa época las escuelas y facultades estaban dispersas por toda la ciudad, teniendo como base el edificio del Colegio Civil. El Consejo también acordó autorizar a la Rectoría para que formulara las expresiones de gratitud por parte de la universidad al Presidente de la República.

El terreno, la construcción y los servicios donados fueron estimados en $30 millones de pesos; sin embargo, para Rangel Frías las cifras económicas no eran tan relevantes como la acción misma del gobierno federal de proveer con dicho donativo la configuración de una alma mater acorde con la realidad social y económica de la entidad. Al respecto señaló: “Se trata en suma, de planear por primera vez, con base en una realidad física unitaria, una existencia espiritual que vincule los diversos estudios y las múltiples actividades universitarias, en la unidad de la cultura y sus expresiones físicas, que sea, en suma, una síntesis de la vida y los anhelos espirituales del hombre mexicano.

Aun cuando nuestras universidades han podido prosperar en antiguos y ruinosos locales: y aun cuando pudiesen vivir indefinidamente en esas condiciones mantenidas por el espíritu de servicio que le prestan sus maestros, hay una instancia superior de juicio a la cual debe sujetarse este proceso, y tal instancia la representan las nuevas generaciones de jóvenes, de donde la República se propone obtener sus directores, sus magistrados y sus maestros y en quienes debe realizarse, por tanto, una anticipada visión de lo que debe ser su acción constructiva, edificando para ellos mismos una casa unida, un hogar decoroso y eficaz del espíritu. Construir la Ciudad Universitaria no es construir, sino educar; y por ello, la Universidad de Nuevo León ha puesto en aquel acto todo su afecto y, en lo sucesivo, pondrá todas sus energías al servicio de ese proyecto. Deja constancia, entre tanto, de su reconocimiento para quienes han impulsado y favorecido esta idea”.

La obra más importante de este segundo periodo fue la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de Medicina, construido a un lado del Hospital Universitario. De acuerdo con este informe, desde los primeros días de enero de 1952 se pasaron cátedras, laboratorios, anfiteatros y demás unidades de enseñanza al edificio en cuestión y en una sencilla ceremonia celebrada el día 13 de febrero del referido año, se procedió a la inauguración de la Sección de Anatomía. En este evento, el Rector pronunció un efusivo discurso en el que destacó que era “… indudable que la Facultad de Medicina, en el nuevo local y con mejores elementos técnicos a su alcance, ha recibido uno de los mayores impulsos que se han dado a la educación superior en Nuevo León; y ello se refleja ya para su beneficio, en la juventud estudiosa que se prepara a ser útil a sí misma y a la sociedad. Lo anterior no es óbice para reconocer que está aún por realizarse una gran parte del proyecto original… dotar a la ciudad de Monterrey con un adecuado centro de enseñanza de las ciencias médicas, para ejercer con medios más precisos y competentes la elevada responsabilidad que le corresponde a dicha Facultad de ser el único y el más importante centro de enseñanza médica en todo el norte, y el segundo de la República Mexicana”.

Otra de las acciones importantes de este periodo fue el cambio de local del Instituto de Investigaciones Científicas, de una de las alas del edificio de la Facultad de Ciencias Químicas, en donde laboró por espacio de casi ocho años, a un nuevo edificio ubicado en la Loma del Obispado, contiguo al tanque de la Compañía de Agua y Drenaje, inmueble que reunía las condiciones de espacio para las diversas dependencias de este instituto. Entre las múltiples actividades emprendidas destacan: la elaboración de material cartográfico señalando la distribución geográfica de las plantas regionales de interés agrícola, médico y farmacológico; trabajo de campo consistente en la colección del material de batracios, reptiles y aves en la entidad; una serie de conferencias y demostraciones prácticas acerca del cultivo, propagación, plagas y enfermedades del aguacate, nogal, olivo y vid; atención a más de 600 personas que se presentaron a consultar sobre padecimientos relacionados con la Parasitología Médica y Medicina Tropical, a todas ellas se les hizo el diagnóstico y se les indicó el tratamiento a seguir, entre otras actividades.

En el ámbito del patrimonio cultural, destaca la adquisición de la Biblioteca del Obispo de León, Guanajuato, Emeterio Valverde y Téllez (1864-1948), acervo bibliográfico consistente en 20,000 obras, entre libros, folletos y otras publicaciones, que reunió en vida el culto clérigo. Este fondo se obtuvo como donación del Patronato Universitario, el cual aprovechó, a su vez, un anticipo de la donación realizada por la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, “pudiendo, de tal manera, adquirir la valiosa colección de referencia, que se encuentra ya en la ciudad de Monterrey para ser instalada en el tercer piso del edificio situado en la Loma del Obispado”. Actualmente se localiza en la Capilla Alfonsina de la UANL.

Un gobierno humanista retomaría las lecciones de este benemérito personaje e impulsaría la descentralización de la Universidad para extender el campus educativo y de salud a los puntos estratégicos de Nuevo León, dándole oportunidad a miles de nuevoleoneses que no pueden desplazarse a Monterrey, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram solamente la utiliza para irse a tomar fotos.
En conclusión, requerimos gobernantes que antepongan el bien común a sus intereses personales, para asegurar el futuro de lo único importante: la gente.

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