En medio del debate nacional entre los candidatos y fuerzas políticas de oposición que no terminan por ponerse de acuerdo para formar un frente común e intentar contener la fuerza perniciosa del estado, las cosas conforme va pasando el tiempo, se tornan cada vez más color de hormiga y en tanto sucede esto, existen una diversidad de universos paralelos que no ven ni por asomo y a veces, (para los mayorcitos de edad), de manera irresponsable, la importancia de la crítica situación política actual por el inminente impacto que tendrá para todos en el futuro de nuestras vidas.
Y entre esa diversidad de universos paralelos, déjeme le platico, estimado lector, un universo muy particular, el de “Ian Leonardo”, un ser humano que ha marcado en el que esto escribe, por su particular forma de ser, el surgimiento de los sentimientos más nobles y bellos que pueden brotar desde el interior del ser humano, pues él es capaz de robarse el corazón de cualquier mortal con simplemente dibujar una leve sonrisa, con su mirada interrogante o con una espontánea explosión de júbilo o alegría nada más porque así es él, porque se le da la gana.
“Ian Leonardo”, es un ser perfectamente normal, sin problemas psicológicos o mentales y esto hay que aclararlo y reconocerlo porque él es un ser humano de andar muy ligero, que vive la vida y la vive feliz en su mundo paralelo donde el juego de la ilusión y la fantasía son las realidades más edificantes para la construcción de sus sueños y objetivos de vida, que chocan con la magia barata ofrecida por una falsa barita mágica de las esperanzadoras promesas de campaña de los políticos que en la actualidad se debaten por las preferencias electorales.
De una manera ejemplar y como para tomarse en cuenta, en el imaginario de su mundo, la triste realidad de la política no existe, no existen debates, políticos ladrones, corrupción, chantajes, mentiras ni nada de esa serie de mañas que acompañan a la actividad fundamental que supone, edifica nuestro entorno en las comunidades que habitamos.
La inseguridad, falta de agua y de oportunidades, cortes de luz, inmovilidad, desabasto de medicamentos, pobreza extrema y desigualdad, entre muchos otros etcéteras, no tienen cabida en su mundo y no porque él esté exenta de algunas de estas problemáticas, sino porque en el afán particular con el que naturalmente fue dotado para ser feliz, todas esas cosas malas, son borradas de tajo con la ilusión y fuerza de sus sueños que emergen de la expresión de su mirada acompañada de una contagiosa sonrisa.
“Ian Leonardo” sin ser político ni por ahora proponérselo, ha edificado casas, edificios, carreteras, presas y aeropuertos, pilotado autos, motos, barcos, trenes y hasta aviones, ha lidiado grandes batallas contra guerreros, apaches, soldados, luchadores de todo el mundo, hasta extraterrestres de otros mundos, ha atravesado riesgosas selvas luchando con un sinnúmero de peligrosos y voraces animales salvajes, saliendo hasta hoy siempre triunfante consiguiendo sus ejemplares logros a través de la constancia de su alegría y sonrisa franca y honesta con la que ha vestido de amor y alegría su vida.
Podría ser arquitecto, maestro, doctor, futbolista, domador de leones, astronauta, piloto, presidente de la República o lo que él quiera, pues como mexicano, aún cuenta con la garantía constitucional del respeto al libre albedrío en la toma de sus decisiones y, por su puesto, aún disfruta el pleno ejercicio y gozo de sus libertades individuales y es por ello que “Ian Leonardo” disfruta todo lo que por ahora, le viene por los toriles de la vida.
Y después de todas esas aventuras que ha vivido y todas aquellas que por destino en el futuro le tocará por sortear, a sus apenas recién cumplidos dos años, Ian Leonardo Reyna Cabrera, ese pequeño que, junto con su hermanito mayor, José Matías, se han robado a base de puro amor, de ese que es verdadero y genuino, el corazón de todo el mundo que los rodea, se jugará el próximo 2 de junio, y sin participar, su futuro y el de toda una generación de inocentes niños de la que hoy en libertad forma parte en la espera de que sus sueños de magia y fantasía tengan de nuestros gobiernos las mejores condiciones para que se conviertan con el paso del tiempo en bellas realidades tan llenas de alegría que nos permitan repetir como lo hace “Ian Leonardo” todos los días, “hakuna matata”.
Por hoy es todo, medite lo que le platico, estimado lector, esperando que el de hoy sea un reflexivo día, por favor cuídese y ame a los suyos; me despido honrando la memoria de mi querido hermano Joel Sampayo Climaco, con sus hermosas palabras: “Tengan la bondad de ser felices”. Nos leemos, Dios mediante, aquí el próximo lunes.