Hace cuatro días se llevó a cabo el primer debate presidencial y el recuento de los daños sigue para Xóchitl Gálvez, quien resultó ser la que más perdió no sólo por el evento del domingo, si no por todo lo que se ha dicho en medios después del debate.
Xóchitl perdió el debate y en el posdebate lleva la delantera, ha acaparado las redes sociales con memes interminables, entrevistas en donde le reclaman su mala actuación y le recriminan el no haber cumplido las expectativas sobre su desempeño, de quien se creía era una gran oradora que daría la vuelta al marcador.
Nada más fuera de la realidad.
El debate fue extraordinario para Claudia Sheinbaum, quien en la opinión generalizada sale triunfadora, pues este ejercicio la mantiene firme en el liderato de las preferencias hacia las elecciones y la muestra como una mujer preparada, con una plataforma sólida y con capacidad para debatir.
Máynez es el otro ganador al ser la revelación del debate, haciendo propuestas, fijando una postura progresista y atacando con contundencia al adversario, especialmente a Xóchitl Gálvez, a quien pretende arrebatarle algo de sus preferencias electorales.
Las encuestas indican que Claudia fue calificada por la opinión pública, Máynez subió en conocimiento y preferencia y Xóchitl fue catalogada como la gran perdedora.
El debate duró casi un par de horas, pero el posdebate lleva cuatro días y contando, y en esa arena la embestida ha sido aún más severa para Xóchitl, que ha sido blanco de todas las mesas de opinión que la señalan por no haberse preparado adecuadamente, no entender la dinámica del debate, no dar golpes certeros, falta de propuestas y un largo etcétera.
Sin embargo, la continuidad de ese posdebate se advierte que tendrá una duración mucho más larga de lo previsible, debido a las declaraciones de la propia Xóchitl Gálvez, quien abrumada por la ola de críticas, ha decidido continuar con declaraciones y comentarios respecto a su adversaria Claudia Sheinbaum, que ya le cobran nuevamente factura por actuar impulsivamente y sin estrategia.
El día de ayer, Xóchitl acorralada por el escrutinio de quienes eran sus más complacientes opinadores, hizo declaraciones sobre las declaraciones vertidas por Claudia sobre la “Casa Roja de Xóchitl, a la que liga directamente con actividades propias del cartel inmobiliario, producto de la corrupción cuando estuvo al frente de la delegación Miguel Hidalgo.
Ante estos dardos envenenados, Xóchitl hizo declaraciones muy desafortunadas al afirmar “Si tienes 60 años y no tienes patrimonio propio (en alusión al departamento que renta Claudia) quiere decir que estás bien güey”. El problema es que muchas mexicanas y mexicanos, especialmente la población adulta mayor, ha tomado estas declaraciones como una ofensa de la candidata hacia la población que no cuenta con vivienda propia, que ha enfrentado alguna adversidad importante en la vida y que al escucharla su empatía inmediata es con Claudia Sheinbaum, quien se identifica con ellos.
Otro público ofendido han sido los de la generación Z, quienes no ven en el horizonte de su vida la necesidad de adquirir vivienda y por el contrario planean rentar toda su vida, entre otras cosas porque la gentrificación y excesivo costo de la vivienda hacen que parezca imposible adquirir un patrimonio propio.
Así las cosas con Xóchitl, quien luce extraviada en esta contienda presidencial que se le va de las manos conforme avanzan los días, ya que sus posibilidades de subir para remontar la amplia distancia que le lleva Sheinbaum se ven cada vez más lejanas e imposibles.
Sin embargo, al mal tiempo buena cara, y en las propias palabras de Xóchitl “¿Qué onda?, chido, con todo, animada, ya se van los corruptos”… ¡gulp!
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