En el último tramo de la ruta hacia la elección 2024, inician los debates de todas las candidaturas hacia los diferentes puestos de elección y en este momento cobran especial relevancia las propuestas.
La gente quiere saber qué tienen planeado hacer las candidatas y candidatos que aspiran a gobernarlos y a representarlos en los órganos legislativos; sin embargo, lo hacen con escepticismo debido a las decepciones que ha tenido la población con malos gobernantes y especialmente a nivel local con el Congreso del estado, que sufre una parálisis histórica en la que los diputados no asisten a las sesiones y en este año 2024 han acumulado ¡tres meses sin trabajar!, prácticamente todo el periodo legislativo.
La actual legislatura, la 76, ha sido históricamente la peor por no sesionar, por sus peleas encarnizadas con el gobierno del estado, por el nivel de ausentismo y por el incremento exponencial de rezago legislativo, pero no sólo es la peor de Nuevo León, es la peor de México, porque todas las demás sí trabajaron de acuerdo a sus periodos legislativos.
Con todo lo anterior, resulta inverosímil que la mayoría de las diputadas y diputados se hayan registrado para buscar la reelección pretendiendo que los electores los voten para continuar con su beca legislativa, que no sólo le cuesta presupuesto a la ciudadanía, sino que tiene un enorme impacto social que agudiza las crisis severas que vive el estado de Nuevo León.
Este 2 de junio, es imperante que nuestra gente revise muy bien los perfiles de quienes nos estamos postulando a diversos cargos de representación popular y que no permita de ninguna manera que los elegidos falten a sus obligaciones y traicionen su confianza. Elegir a los mismos que hoy integran la actual legislatura es garantizar tres años más echados a la basura.
Necesitamos elegir adecuadamente para cambiar la composición de las fuerzas partidistas en el Congreso Local, a fin de darle el dinamismo que permita acabar con el bipartidismo que lo ha paralizado, por un lado el bloque a fin al gobierno del estado y por el otro lado el bloque contrario al Ejecutivo, es ahí donde cobran fuerza los partidos con menor representación, pero que miran de cara a la gente y que con los perfiles adecuados, lograrán recobrar la razón de ser del Congreso, que es ser la casa del pueblo.
En este contexto, votar cobra especial relevancia, el voto es el poder del pueblo para elegir a sus representantes y con su voto castigar, dar el respaldo o probar nuevas opciones; no subestimes tú poder y ejerce tu derecho cumpliendo con tu obligación ciudadana de elegir responsablemente, recuerda que con el pueblo todo, sin el pueblo nada.