Si tu rutina de ‘skincare’ no funciona, no culpes al producto; mejora tus hábitos de alimentación e higiene

Existe una basta cantidad de productos dermatológicos para el cuidado de la piel que prometen mejorar la apariencia del rostro en cuanto a pigmentación, textura y líneas de expresión; si bien para algunas personas pueden funcionar, para otras puede pasar un mes sin producirse algún resultado favorecedor.

Hay quienes creen ciegamente en el poder regenerativo y reparador de estos tratamientos; otras personas prefieren acudir a un dermatólogo que recomienda su uso y algunas otras piensan que entre más alto sea su costo, mayor será su efectividad.

Sin embargo, para ayudar a que estos productos de skincare puedan producir un resultado positivo, es esencial considerar otros factores como los hábitos de alimentación e higiene personal, así como el orden de aplicación y el estilo de vida de la persona que los utiliza.

También es importante optar por aquellos que mejor se adapten al tipo de piel del rostro de cada persona, como lo es “normal”, “mixta” y “grasa”, incluso “con tendencia a acné” o “sensible”.

Biossance creó una lista de razones que ayudan a entender por qué los productos para el cuidado de la piel pueden no funcionar, ya que en ocasiones no depende solo de los ingredientes de los mismos, sino también de los hábitos de cada persona y su estilo de vida.

• No se tienen hábitos saludables

Una dieta balanceada genera antioxidantes, los cuales aceleran el efecto de los productos para el rostro. Beber suficiente agua previene la deshidratación y sus efectos, como la resequedad en la piel.

• Usar productos en el orden equivocado

El orden general para aplicar los productos es: limpiador, mascarilla, tónico, contorno de ojos, suero, crema hidratante, aceite y protector solar, para una rutina de día. Cada producto tiene un orden y se debe esperar unos minutos para que la piel los absorba.

• No descansar suficiente

La ansiedad y la falta de sueño debilitan la barrera natural de la piel e interfieren en la producción de colágeno, lo cual crea inflamación y envejecimiento prematuro.

• No conocer los productos ni sus ingredientes

Es importante conocer y entender los ingredientes de todos los productos que se utilizan a diario, de ese modo se pueden conocer mejor sus efectos y cómo aprovecharlos.

Si no se conocen los ingredientes de un producto, no se debe combinarlos con otros y así evitar un desequilibrio en la piel.

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