Deportes

A 28 años de la tragedia argentina

El mexicano Edgardo Codesal pasó a la historia como el árbitro que marcó un penalti que sepultó la ilusión de Maradona de coronarse por segunda vez ante Alemania Federal


  • 07
  • Julio
    2018

Tras perder dos Finales consecutivas, Alemania Federal consiguió quitarse el ‘síndrome Poulidor’, nombrado así en honor al ciclista español eterno segundón del Tour de Francia, y alcanzar por fin la gloria mundial.

A Italia 90, la ‘Mannschaft’ llegó con un equipo potente y rocoso, pero opacado por el glamour de la renacida Holanda de los ‘Gullit’, ‘Van Basten’, ‘Rijkaard’, ‘Koeman’…, por la luz que irradiaba la Argentina de Diego Armando Maradona, por el rol de favorito de Italia o de un Brasil que mezclaba fuerza y calidad.

Alemania Federal eliminó a la ‘Oranje’ en Octavos de Final en un partido bronco y en Cuartos se deshizo de Checoslovaquia con un gol de penalti de Lothar Matthäus. Su Semifinal ante Inglaterra fue intensísima y también se decidió en la tanda de penaltis. Los fallos de Stuart Pearce y Chris Waddle desde el manchón penal dieron a la Alemania Federal su tercera Final seguida.

La Final ante Argentina se recordará siempre por cómo el Estadio Olímpico de Roma silbó el himno argentino y la imagen en la que Maradona, herido en su orgullo, soltaba un claro “hijos de pu...” que iba dirigido a aquella Italia que nunca le perdonó que diera vida al olvidado sur, a Nápoles.

El otro protagonista de la Final fue el árbitro uruguayo, pero nacionalizado mexicano Edgardo Codesal, quien se inventó un penalti inexistente por una presunta falta del defensa argentino Sensini a falta de cinco minutos para el alargue.

Andreas Brehme fue el encargado de lanzar el penalti. Sabía que ante él estaba Sergio Goycoechea, el atajapenaltis del torneo. ¿Qué hizo? Puede parecer una locura: remató con su pierna mala. El portero argentino adivinó la trayectoria del balón, pero no llegó. Brehme marcó el gol que liberó a Alemania de ocho años de pesadillas tras dos Finales perdidas.

“¿Yo, verdugo de un pueblo que quiero entrañablemente”, declaró el árbitro Codesal tras el partido por el revuelo que provocó su polémica decisión.

Diez años más tarde, el por aquel entonces presidente de la FIFA, Joao Havelange, reconoció que el juez benefició claramente a Alemania Federal en la Final.

“De ese partido recuerdo que el árbitro fue muy severo con Argentina. El Mundial se definió por un penalti. Y eso no está bien. No sé si fue falta o no, pero faltaban pocos minutos para finalizar el encuentro. De haber estado en el lugar de Codesal no hubiera pitado ese penalti y menos a pocos minutos del final. Hubiera ido a la prórroga y en todo caso a la tanda de penaltis”, confesó. (Con información de Marca.com)


Comentarios

publicidad
×