Exceso de asfalto en urbe regia crea 'islas de calor'

Con la llegada de las altas temperaturas, municipios en ultra crecimiento experimentan condiciones todavía más calientes por el fenómeno de “islas de calor”, derivado de las enormes planchas de concreto y la falta de áreas verdes.  

Un estudio reveló que en localidades como Zuazua y Cadereyta el 15% y 13% de su territorio refleja más los rayos del sol por las extensas planchas de vialidades en las que la sombra, artificial o de árboles, es de escasa a nula.  

Como consecuencia de este efecto, los habitantes de múltiples zonas en la urbe regia se enfrentan a más riesgos potenciales para su salud en comparación con quienes viven en lugares arbolados.  

Los datos, provenientes del Sistema de Información Urbano Metropolitano (SIUM) del Tecnológico de Monterrey, exponen que en algunos puntos de la entidad el termómetro se eleva hasta 9 grados por el fenómeno.

En un experimento realizado por el equipo de El Horizonte el martes a mediodía, se constató que mientras que la temperatura ambiente en Valle de Santa Helena, en Zuazua, era de 47 grados Celsius (°C), en el asfalto el valor alcanzó hasta 56 °C.

Con áreas en carencia total de sombra, los habitantes de la colonia padecen más que nadie la presente ola de calor que golpea a la entidad.

Necesidades básicas diarias, como usar el transporte público, se vuelven un verdadero martirio con los incesantes rayos del sol.

“Desespera mucho el camión, y hay veces en las que por el calor se quedan tirados; la verdad tampoco hay sombras para esperarlos, es algo deficiente del municipio, o de quien se encargue de poner las paradas con su respectiva sombrita”, lamentó Andrea Flores.

La falta de arbolado se nota incluso en lugares de uso común para grupos vulnerables a las altas temperaturas, como los kínderes y primarias.

“Faltan muchos (árboles), cerca de la escuela, sí, hacen falta para que crezcan y tengan los niños donde meterse con estos calores.

“Más para los niños de la tarde, que vienen y van con el calor”, compartió una vecina de nombre Sofía.

Así, las extensas calles de concreto se recorren sin protección del Sol, por lo que los habitantes de Valle de Santa Helena aprovechan cualquier espacio para mitigar la temperatura.

“Las sombritas que agarramos a veces cuando vamos caminando, por donde vivimos hasta lo último, son las de las bardas”, dijo Selene Cortés.

El estudio expone que el 25% del territorio del área metropolitana es vialidad de asfalto y concreto que propician el fenómeno de isla de calor.

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