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Deportes

Baturay Mutlu es de Turquía… ¡y le va a Tigres!

El aficionado felino se enamoró del club al ver partidos por televisión junto a fans mexicanos, en carnes asadas, en su época de estudiante en la facultad


  • 28
  • Febrero
    2024

Turquía es una gran tierra, rodeada de playas, montañas, llanuras, cuevas y ciudades; su capital es Ankara, que se localiza en la región de Anatolia Central, cuenta con una población de 85.5 millones de habitantes y su moneda de cambio es la lira turca.

Una de sus principales ciudades es la magnífica Estambul, lugar donde en antaño vivieron importantes personajes como Julio César, emperador romano que se le recuerda por sus grandes logros en la política colonizadora fuera de Italia.

Esta ciudad ocupa las regiones de Europa y Asia a lo largo del estrecho de Bósforo, cuenta con una gran diversidad de influencias y culturas, de milenarias costumbres, con grandes construcciones y una rica gastronomía, lugar en donde habita Baturay Mutlu, también conocido como el “Tigre Turko”, debido a su gran afición al equipo que dirige Robert Dante Siboldi.

“Lo que se vive en ‘El Volcán’ no es común verlo en Alemania ni Turquía”, refirió Baturay, que es un trotamundos en el planeta, vio su primera luz en Alemania, en su infancia junto a sus padres se muda a Turquía donde aprende sus primeras letras y establecen su residencia, y sus estudios profesionales los realiza en Estados Unidos, obteniendo la Licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad de Texas.

Su gusto por el futbol nace fervorosamente en Texas, ya que convivía con personas de nacionalidad mexicana, quienes compartían con Mutlu además de su compañía, esa pasión por las carnes asadas y por Tigres, equipo que seguían desde aquella región por televisión y diversos medios.

Con agrado recuerda aquellas transmisiones donde percibía la forma en que los aficionados se volcaban en apoyo hacia los de ‘La U’, a pesar de la etapa de malos resultados que se vivía… y eso no es común verlo entre la hinchada germana ni turca, de ahí el amor a estos colores.

Le guarda un gran cariño al Estadio Universitario, no solamente por ser sede de las batallas del plantel felino y lugar donde se gestaron épicos duelos que culminaron con Campeonatos, sino porque su padre le platicó que en ese recinto, un sábado 21 de junio de 1986, se jugó la etapa de Cuartos de Final del Mundial México 1986, donde la selección anfitriona y la de Alemania se enfrascaron en un fuerte duelo que culminó en favor de los teutones en tanda de penales.

“No me importan las nueve horas de diferencia, amo a Tigres”, manifestó Mutlu, quien se dedica al comercio y lamenta que en su etapa como estudiante no pudo vivir los partidos de los felinos en suelo americano, ya que eran pocas las batallas que ahí se disputaban, y en el verano retornaba a su hogar en terrenos europeo-asiático.

Con el paso del tiempo y ya en su natal Estambul, el seguir al cuadro felino lo hacía sentir como una necesidad para Mutlu, el ser partícipe de seguir sintiendo esa magia que surge en la tribuna y se refleja en el terreno de juego; es lo motivó a seguir apoyando a pesar de los más de 10,934.3 kilómetros que dividen el recinto nicolaíta con Estambul, y de las nueve horas de diferencia que existe entre ambas naciones.

Fue entonces que vino una renovación en el equipo y con ello los resultados se fueron dando con la conquista de títulos, además de la participación en torneos internacionales, pero también vienen momentos de tristeza donde los universitarios se quedaron en el intento de incrementar sus logros satisfactorios. Fue en ese momento que entendió y confirmó el por qué del término que se expresa al referirse a los seguidores auriazules como ‘incomparables’.

“Tigres es un equipo que se reconoce en Europa”, declaró Baturay Mutlu; al nativo de la ciudad bizantina, cada uno de los cetros de Tigres le han causado una enorme alegría, eufóricamente los festeja y lleva su pasión a su lugar de trabajo al portar con orgullo el jersey de su amado equipo.

Con gran agrado recuerda la Navidad de 2016, en la que en familia presenciaron esa batalla y con júbilo siguieron el festejo a pesar de la hora; fue ahí donde se identificó con uno de los jugadores de los de ‘La U’, el defensa José Rivas. Con ‘La Palmera’ Rivas confirmó que el amor a ese equipo se defiende a tope, con el paso del tiempo esa admiración se convirtió en amistad.

Refiere que en su andar por las calles de Turquía y algunas otras ciudades europeas, al portar la indumentaria de los de amarillo total, la gente ya reconoce al cuadro nicolaíta. Añadió que mucho tuvo que ver su participación en el Mundial de Clubes, en donde un 11 de febrero del 2021 se hizo historia, ya que por vez primera un equipo de Concacaf se posicionó en la Final del certamen al enfrentarse a Bayern Múnich. Una triste anécdota que comenta fue que no pudo asistir al partido, por cuestiones de la pandemia, al estar cerrada la frontera de ingreso al país.

“Aquí son dos torneos, allá solamente uno”, manifestó el ‘Tigre Turko’, quien habita muy cerca del Palacio Topkapi; compara ambas Ligas y encuentra como diferencia que en México se celebran dos torneos en el año futbolístico y esto brinda gran emoción para los aficionados, aunado a la pasión que los espectadores le imprimen cada partido.

Caso contrario en la Super Liga de Turquía, ahí es una sola campaña y generalmente la puntean equipos como el Galatasaray, Fenerbahçe, Beşiktaş, entre otros más.

Finaliza su diálogo invitando al aficionado ‘incomparable’ a nunca dejar de apoyar al equipo, independientemente del torneo que dispute y sueña con llegar a presenciar a sus amados Tigres en el Mundial de Clubes. Aunque no descarta asistir a la Allianz Arena para gritarle porras a los de Robert Dante Siboldi en su enfrentamiento ante Bayern Múnich, con quien ya se cuenta con una gran relación institucional.

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Fotos: Pedro García Galván


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