Existen diversos apoyos naturales para lograr desinflamar y reducir el dolor.
Con la llegada del otoño, muchas personas comienzan a experimentar dolores articulares. El frío y los cambios de temperatura reactivan viejas lesiones, o aumentan las molestias en quienes padecen artritis, artrosis u otros problemas inflamatorios.
La herbolaria y la nutrición ofrecen apoyos naturales que pueden aliviar estos malestares. Entre ellos destaca el Harpagofito (Harpagophytum procumbens), conocido como Garra del Diablo. Su raíz se ha utilizado tradicionalmente por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, resultando útil en reumatismos, lumbalgias, fibromialgia y dolores articulares crónicos.
En sinergia con esta planta puede emplearse el Parthenium (Parthenium hysterophorus), llamado también Hierba del Pajarito. La Sociedad Farmacéutica de México respalda su uso como analgésico, antirreumático y en el tratamiento de reumatismo articular y muscular.
Otra opción de gran eficacia es la Cúrcuma (Curcuma longa) o raíz de azafrán. Su principio activo, la curcumina, es ampliamente estudiado y reconocido por su capacidad de reducir la inflamación en tendones y articulaciones. Combinada con Jengibre, potencia su acción, ofreciendo un efecto calmante y regenerador.
En el ámbito nutricional, el aceite de hígado de bacalao aporta ácidos grasos omega-3 y vitamina D, ambos esenciales para la salud articular. Su consumo regular ayuda a desinflamar, fortalecer y regenerar las articulaciones, además de prevenir la osteoporosis.
La vitamina D en particular se ha vinculado con la reducción del riesgo de artritis reumatoide en mujeres mayores, y con la mejora en la densidad ósea.
Otro apoyo valioso es el Comino Negro (Nigella sativa). Su aceite aplicado en zonas doloridas y su ingesta en polvo han mostrado una fuerte actividad antiinflamatoria, ayudando a disminuir el dolor, la hinchazón y la sensibilidad articular en casos de artritis reumatoide.
Finalmente, el colágeno hidrolizado es un complemento clave, aunque no provenga del mundo vegetal. Esta proteína esencial favorece la regeneración de cartílagos y ligamentos, devolviendo movilidad y reduciendo el dolor.
Estudios han demostrado que estimula la síntesis natural de colágeno, acelerando la reparación de tejidos. Sus beneficios suelen notarse desde las primeras dos semanas de consumo.
Además, contribuye a mejorar la calidad del sueño, la salud cardiovascular, la piel, el cabello y el sistema inmunológico, lo que lo convierte en un suplemento integral para el bienestar.
La combinación de plantas medicinales, nutrientes esenciales y suplementos específicos ofrece un enfoque natural y efectivo para cuidar nuestras articulaciones.
