Para los niños, el caos puede ser un símbolo de su propio espacio y dominio.
A cualquier hora en la que intento entrar al cuarto de mis hijos, pareciera que me adentro a la salvaje jungla.
Me adentro con el temor de que un pequeño carrito se clave en mi pie, o ver una interminable línea de temerarios dinosaurios pendiendo de la orilla del juguetero, amenazando con saltar sobre lo primero que camine cerca de ellos.
Eso sin contar el confeti hecho a mano como resultado de monos y monos de colores y figuras que forman parte del nuevo collage de la puerta.
Es verdad, es su espacio, es su lugar pero de verdad pareciera que son adictos al caos, por más que se arregle, se limpie, se tienda, se doble, nunca parece ser suficiente. Ojo ellos se encargan de la limpieza… y uno creería que por defensa personal no harían tanto tiradero, pero bueno.
Leyendo un artículo muy interesante de Marisol Nuevo Espín, me dio esperanzas sobre que lo que están haciendo los hijos no es nuevo, no está mal, y al parecer es parte de la etapa de desarrollo en la cual se encuentran.
Creatividad y exploración
Los niños son naturalmente exploradores y creativos con frecuencia utilizan su espacio como puente para entender e interactuar con el mundo que los rodea.
Voltear su cuarto al revés pudiera ser su manera de organizar y manipular objetos, haciéndose evidente al momento que hacen sus mezclas de personajes texturas y pegotes.
Desarrollo cognitivo
El proceso de ordenar es una habilidad cognitiva que se desarrolla gradualmente en la infancia. Los niños pequeños aún están aprendiendo a categorizar y clasificar objetos de manera efectiva.
El desorden en su cuarto puede ser una manifestación de esta etapa de desarrollo, ya que están experimentando con diferentes formas de agrupar y organizar cosas.
Independencia
A medida que los niños crecen, buscan independencia y control sobre su entorno. Desordenar su habitación puede ser una forma de ejercer cierto grado de autonomía y decisión.
Aunque puede no tener sentido para los adultos, para los niños, el caos puede ser un símbolo de su propio espacio y dominio.
Juego
El desorden en la habitación puede ser un reflejo del juego imaginativo de tus hijos. A menudo, los niños crean historias y escenarios complejos con sus juguetes, y el desorden es un subproducto natural de este proceso de juego. Los objetos desordenados pueden ser parte de su mundo de fantasía en constante evolución.
Aunque nos desesperemos en principio, al ver de nuevo la habitación desordenada, antes de ver el tema como un problema o un desafío, piensa que puede ser una fantástica oportunidad para educar.