De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los hombres tienen una esperanza de vida menor que las mujeres. El resultado de esto es que los hombres viven menos y de forma menos sana, lo que impacta a las familias y la comunidad. Una de las principales causas de la mortandad es el cáncer de próstata, veámoslo a continuación.
La salud masculina se refiere a todos los temas relacionados con el bienestar y equilibrio físico, mental y emocional de los hombres y comprende las principales causas de muerte y cómo reducirlas.
En las últimas décadas, la salud de los varones ha comenzado a adquirir mayor relieve como un tema que merece especial atención a medida que surge mayor evidencia sobre las tendencias epidemiológicas diferenciales entre hombres y mujeres.
A nivel nacional, la diabetes mellitus ocupa la primera causa de enfermedad entre los hombres, seguida de la cardiopatía isquémica, cáncer de próstata, enfermedades vasculares, cirrosis y otros padecimientos del hígado relacionados con la ingesta de alcohol, según datos de la Secretaría de Salud (SS).
Ante este panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido varios consejos esenciales para la salud masculina, siendo el más importante el que recomienda acudir a chequeos médicos de manera frecuente, aunque la persona se sienta sana.
Los estudios sugeridos son mediciones de la presión arterial, análisis de glucosa en sangre y, a partir de los 50 años, revisiones de la próstata. Para prevenir estas enfermedades se debe acudir por lo menos una vez al año a un chequeo general. Conforme aumenta la edad, esta frecuencia deberá incrementarse, destaca este organismo internacional.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el cáncer de próstata causa 9.8 muertes por cada 100,000 habitantes, es decir que cobra alrededor de 7,000 vidas anuales en México. En Nuevo León, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene registradas más de 275 muertes anuales.
Aproximadamente uno de cada siete hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida, datos proporcionados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Según el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), este tumor es la primera causa de enfermedad y muerte masculina en México, por lo que exhorta a este sector de la población a romper con tabúes y estigmas acudiendo anualmente –a partir de los 50 años– a realizarse un tamizaje para detectar la enfermedad en etapas tempranas, cuando no hay síntomas y es curable.
En Nuevo León no existe una política articulada e integral, orientada a la prevención, diagnóstico, tratamiento y control del cáncer de próstata. Por eso cuando fui alcalde (2006-2009) impulsé el programa Papá Haz Conciencia, Cuida tu Salud, el cual fue el pionero a nivel nacional, dando inicio a una cultura del cuidado de la salud en el hombre, a través de una prueba de antígeno prostático aplicado a 10,564 regiomontanos. Desgraciadamente, al concluir mi administración el programa no volvió a impulsarse.
Pese a que el gobierno estatal anuncia campañas para prevenir las adicciones en los varones y la detección de enfermedades en los adultos mayores, no existe un programa sólido y sustentable que incluya la atención de los padecimientos considerados propios del género masculino.
En el Segundo Informe de Gobierno 2022-2023, dentro del programa Cuidar tu salud, solamente se refieren el Programa de Cobertura Universal para Niñas, Niños y Adolescentes con Cáncer y el Programa de Cobertura Universal contra el Cáncer de Mama, no existe ninguna alusión al cáncer de próstata, prostatitis u otros padecimientos urológicos.
Se requiere que en todos los ámbitos de gobierno se implementen políticas públicas para concientizar y generar una cultura de prevención sobre los padecimientos que afectan exclusivamente a los varones o que tienen una alta frecuencia entre ellos.
Tratar los temas de salud masculina como la vida sedentaria, la mala alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol, a través de un enfoque de género específico.
Hay que decirlo claramente: el cáncer de próstata ha sido relegado a una patología de poca relevancia por afectar a la población masculina de más de 45 años, así su detección generalmente se realiza en etapas avanzadas en las que se excluye toda posibilidad de curación.
Es una de las razones por las cuales los programas sociales de la administración estatal no incluyen hasta ahora la atención de la salud masculina, por lo tanto, la equidad de género seguirá siendo una asignatura pendiente.
Un gobierno humanista preocupado por la prematura mortandad masculina diseñaría programas de prevención y toma de conciencia para el diagnóstico de los hombres maduros y ancianos, pero como este gobierno está bajo el signo del Instagram la masculinidad la proyecta en entretenidos videos filmados en un palco del Estadio Universitario.
En conclusión, urge que el gobierno promueva el tratamiento de las enfermedades cancerígenas mediante programas con una perspectiva de género para la integridad y calidad de vida de lo único importante: la gente.