¿Cuál será la siguiente moda que nos volverá locos?
Desde hace varios años, las publicaciones de comida comparten al inicio de cada año, lo que interpretan que serán las tendencias de la gastronomía, al menos en sus lugares de origen. Justamente hace unos días, platicaba con mis alumnos de este tema.
Les contaba cómo al menos en los postres, no recuerdo alguna confección ponerse tan de moda, o con tal impacto como el que tuvo el cronut hace un poco más de diez años. Si no recuerdo mal, después de ese famoso pan, las publicaciones intentaban adivinar cuál sería el siguiente gran postre.
Recuerdo que mencionaron entre los posibles éxitos al whoopie pie, el sándwich de pastelillos de cocoa o al merveilleux, confección francesa a base de merengue y crema batida. Que yo recuerde, ninguno de los dos se generó la locura del cronut, ni siquiera el mismísimo Dominique Ansel, su creador pudo replicar la manía con sus creaciones posteriores.
Intentar pensar en cuál será la siguiente moda en nuestra ciudad me parece aún más complicado, más no imposible. Recuerdo que cuando llegué a Monterrey en esta segunda “vuelta” se podría decir que había un boom restaurantero, recuerdo que había una multitud de negocios chicos, de una variedad de conceptos distintos.
Como es de esperarse, con el tiempo varios de estos negocios irían desapareciendo y probablemente de ese boom, sólo nos quedamos con la moda de los mariscos al estilo del pacífico. Unos años después, fueron los “steakhouses” mexicanos porque todos querían replicar el éxito de un cierto negocio.
Luego vino el ramen, que también tuvo su periodo de crecimiento y afortunadamente, ahí siguen. Más tarde, y ya le dedicamos este espacio, tuvimos la proliferación de los lugares de barbecue texano. Hago un paréntesis para comentar, que ni del ramen ni del barbecue tengo objeción alguna de su llegada.
El año pasado lo recibimos entre aperturas de restaurantes de inspiración española, y si aquella vez les decía que eran tres, les cuento que unos meses más tarde se sumaría otro restaurante español más a la alineación de la ciudad.
¿Cómo recibimos el 2024? La verdad es que no les sabría decir. Me quedé esperando que el “New York Roll” se hiciera más famoso, aunque con lo que cuesta me da miedo. Yo pensé que el precio que vi en un aeropuerto estaba caro, pero en un supermercado local me costó alrededor de setenta.
En cuanto a restaurantes, sé que han abierto un par dedicados al sushi, uno o dos argentinos y otro de mariscos, además de que esperamos el renacer de un mexicano entrañable. Así, que anticipar qué concepto predominará este año, no se ve fácil.
A mí me gustaría ver que llegue el crookie, combinación de croissant y galleta que parece ser la moda en París. Si ven uno, ¡ahí me avisan!