¿Cómo rendir mejor en el entrenamiento?

Llevar una vida saludable contempla principalmente una dieta balanceada y ejercicio constante; sin embargo, a veces nos exponemos a rutinas exhaustivas que nos desgastan físicamente, y no logramos alcanzar nuestras metas ni explotar todo nuestro potencial.

Para eso, existen algunos consejos que pueden ayudarnos a mejorar el rendimiento en cada rutina, y así mejorar la calidad del entrenamiento y desde luego, tener mejores resultados.

Hidratación adecuada

Antes, durante y después del entrenamiento es indispensable tener una buena hidratación, y para ello nada como el agua pura.

Puedes emplear bebidas rehidratantes, pero no abuses de ellas, pues la mayoría de ellas contienen azúcares añadidos y calorías extras que pueden entorpecer nuestros objetivos.

Una buena hidratación además disminuirá la sensación de fatiga y cansancio.

Suficiente proteína y carbs

La proteína, tanto animal como vegetal, es imprescindible para reparar los músculos tras el ejercicio realizado en entrenamientos disciplina. Si la meta es aumentar la masa muscular, se sugiere un superávit de este nutriente.

Por otro lado, los carbohidratos con el combustible por excelencia del cuerpo, además ayudan al rendimiento en entrenamientos de fuerza y resistencia.

Pan, arroz y pasta, son ejemplos de alimentos ricos en carbohidratos.

Descanso

Una vida saludable no está completa si no hay descanso suficiente; por más que la alimentación y entrenamiento sean los adecuados, si no se le permite al cuerpo recuperarse con el sueño, pocos avances se van a lograr.

Lo ideal es descansar entre 7 y 8 horas para que el cuerpo se repare, se recupere y retome fuerzas para seguir al día siguiente.

Pero ten cuidado, dormir en exceso es contraproducente, así que mejor duerme temprano y empieza tu día antes.

Una tacita de café

Los expertos sugieren que antes de cada entrenamiento, al menos una media hora previa, tomar una taza de café negro, sin nigua añadido, promueve una mejor concentración y la percepción de fatiga disminuye, además que ayuda a quemar más grasa.

Si el café no es lo tuyo, puedes suplirlo por una taza de té verde, que tiene efectos similares a la cafeína.

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