Tamales , del cielo le caen las hojas

Platillo de fácil digestión y considerado ecológico pues todos los ingredientes utilizados en su envoltura son de origen orgánico; son ideales para llevar y guardar. Existen muchas variedades con distintos nombres e ingredientes distribuidos por toda América Latina. Preparados con masa cocida de maíz envueltos en las hojas del mismo, o bien, con hojas de plátano, aguacate o maguey. El relleno es opcional y pueden ser de carne, vegetales, chile, frutas y hasta de azúcar. Fuera de México y con el mismo principio de elaboración está la humita, de origen peruano, esta se consume en Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú principalmente.

También podemos mencionar la hallaca en Venezuela, el bollo en Belice, el pastel en República Dominicana, la pamoha en Brasil y los chuchitos en Guatemala. Lo que le da personalidad a cada variedad de tamal es el relleno. Los ingredientes utilizados en cada región nos habla mucho del tipo de productos y cocina. Uno de mis tamales favoritos son los de Puerto Rico, los guanime, conocidos también como tamal dulce, el cual está hecho con leche de coco y azúcar, envuelto en hoja de plátano.

Desde Fray Bernardino de Sahagún en su Historia General de las cosas de Nueva España a principios del siglo XVIl hasta el libro ‘My Mexico’ de Diana Kennedy y Tamales y atoles mexicanos del Margarita Carrillo, los tamales han sido todo un tema de estudio e investigación. Estos ocupan un lugar importante en la cultura e historia gastronómica de cada país, casi a la par de los tacos en su popularidad. Cada región de México tiene cientos de variedades de tamales.

Servir tamales en una mesa mexicana es un sinónimo de festejo o de que lo hubo (recalentado). Día de Muertos, posadas, Navidad y, finalmente, el Día de la Candelaria, en donde para pagar la deuda de honor contraída al encontrar al niño en la Rosca de Reyes, se invita a compartir unos tamales. Cada año, el Museo Nacional de las Culturas Populares de la Ciudad de México organiza la Feria del Tamal, donde se exponen y se venden con sus derivados, como la torta de tamal y el atole. Tal parece que al tamal solo le falta un ‘emoji’ para WhatsApp, como honor último y reconocimiento de su lugar en la cultura pop latina.

Por: Dalia Villarreal

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