Pablo Hermoso de Mendoza presume… ¡una cuadra de Lujo!

La leyenda viviente del rejoneo mundial, Pablo Hermoso, acumula cuatro orejas y un rabo en dos presentaciones de su gira de despedida, en Uriangato, Guanajuato; y en Aculco, Estado de México, después de más de 30 años de trayectoria y que cerrará su glorioso ciclo el domingo en la Monumental Monterrey “Lorenzo Garza” al lado de la primera figura del toreo mexicano, Joselito Adame, y el México-francés, André Lagravere “El Galo”, quienes lidiarán un precioso encierro de Montecristo.
Cualquier reseña para describir al rejoneador navarro se queda corta ante su espectacular trayectoria, llena de triunfos alrededor del universo taurino y que, a su caballero andar, lo ha enamorado de México para establecer su hogar en San Miguel de Allende, Guanajuato, donde ha fincado el criadero de los caballos raza aztecas que fueron integrados a su cuadra, la más torera de la historia del toreo a caballo.
Hermoso de Mendoza cuenta con una basta y excelsa cuadra de caballos toreros para cubrir los tres tercios de la lidia y entre los cuales destacan “Alquimista”, “Barrabás”, “Churrumay”, “Gibaro”, “Martincho” y “Murmullo”, para el tercio de salida que representa una mayor dificultad por la fuerza e ímpetu con la que salen los toros de los chiqueros, aunado a la incertidumbre que de entrada presentan por lo general en su comportamiento. Estos caballos que se utiliza para el inicio de la faena, tienen como común denominador su velocidad, condición primordial para poder acoplarse y parar paulatinamente las violentas acometidas de sus oponentes.
Para cubrir el segundo tercio, el diestro navarro cuenta en su cuadra de caballos “artistas” que le permiten un alto grado de lucimiento y emoción al ejecutar la suerte de banderillas, porque el toro ya encelado con el caballo permite ser llevado templadamente, sea en galopes a dos pistas recorriendo el anillo del ruedo, o bien toreándolo para efectuar los embroques y rematar las suertes. Por ello, “Ágora”, “Arsenio”, “Basajaún”, “Berlín”, “Disparate” e “Ilusión”, son algunos de los caballos más artistas de su cuadra por contar con mayores facultades para dominar las suertes de la lidia.
Y es aquí en este tercio, donde la tauromaquia del navarro otorga otro sentido y ligazón a las faenas, aprovechando para ello el cuerpo de sus caballos y empleando nuevamente a estos como si fueran muletas para llevar siempre templados, embebidos y con gran emoción tras de ellos a los astados.
Para llegar al último tercio de la lidia, el binomio rejoneador-caballo debe ir acortando los terrenos pues los toros se encuentran con menor recorrido y por ello el peligro implícito que representa requiere caballos de mucho valor, como “Alabama”, “Castor”, “Corsario”, “Esencial”, “Ingrato” y “Justiciero”, excelentes jacas que pueden rodar en la cara del toro con serenidad para llevar al sitio exacto a su jinete para la ejecución con la hoja de peral.
En su palmarés hasta el momento en más de 20 años de rejoneador, se cuentan 825 corridas, 1,641 toros lidiados, 1,731 orejas, 265 rabos, 626 salidas a hombros y siete indultos, números que lo colocan como el mejor rejoneador del mundo, y este domingo será su última presentación en la Monumental Monterrey “Lorenzo Garza”.

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