Una leyenda de Hollywood que revolucionó la industria del cine
Un día como hoy, pero de hace 100 años, llegó al mundo el actor Marlon Brando, una de las grandes glorias del séptimo arte.
- 03
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Abril
2024
Inmortalizado como Vito Corleone en The Godfather (El padrino), o como el coronel Walter E. Kurtz en Apocalypse Now, Marlon Brando delineó la historia del cine en Hollywood al ser considerado uno de los mejores actores de todos los tiempos, y a 100 años de su nacimiento su grandeza y contradicciones aún resuenan con actualidad.
El mundo ha vivido veinte años de ausencia de Brando, quien falleció en 2004, a causa de una fibrosis pulmonar, pero el público sigue evocando su existencia a través de obras cinematográficas con las que marcó un estilo interpretativo único que marcaría un punto de inflexión en la industria y que sería adoptado por sus contemporáneos.
Actores como James Dean, Paul Newman, Al Pacino y Robert De Niro emularon su técnica: “No hay nadie antes ni después como Marlon Brando. El don era enorme e impecable, como Picasso”, dijo su amigo Jack Nicholson, un día después de su muerte.
Brando eligió el camino de la actuación pese a la inconformidad de su padre. Se preparó en Nueva York y su carrera despegó en el teatro.
Fue alumno de Stella Adler, de quien aprendió la técnica del director escénico y pedagogo teatral ruso Konstantín Stanislavski conocida como “el método”, que más tarde él mismo popularizaría en Hollywood, que se caracterizaba por el intenso acercamiento psicológico de los intérpretes con sus personajes.
Su meteórico ascenso
El talento de Brando se hizo evidente en 1946, cuando sin ser un actor de renombre impactó en la obra Truckline Café, su trabajo en Un tranvía llamado deseo, lo posicionó en Broadway, y calentaría los motores para conquistar la meca del cine.
Las películas ¡Viva Zapata! (1952), donde encarna al icónico revolucionario mexicano, y Julius Caesar (1953), en donde inmortalizó al Marco Antonio imaginado por Shakespeare, dieron muestra de su calidad interpretativa.
El Óscar llegó con su rol del boxeador Terry Malloy en On the Waterfront (1954), y tras su actuación en Sayonara (1957), también nominada por la Academia de Hollywood.
Dejó huella con El padrino
Francis Ford Coppola tuvo clara la elección de Brando para interpretar el protagonista de la primera parte de El padrino, pero debido a su controvertida personalidad, los productores no lo aceptaban.
El director, obstinado, fue a casa del actor para realizarle una prueba y le encontró en bata, recién levantado. Esto no impidió que se sumergiera en un instante en el papel y lo interpretara de tal manera que cuando Coppola les llevó la prueba que había filmado a los productores, reconocieran que debía ser el protagonista.
El papel del capo de la mafia siciliana, que inmortalizó su carrera, le valió a Brando un Óscar, que rechazaría a manera de protesta ante el trato y representación de Hollywood de nativos americanos.
Una estrella atormentada
Detrás del carisma de Brando en la pantalla, se escondía un hombre atormentado que sufrió el alcoholismo de su madre, a quien tenía que rescatar de escenarios delicados, y que fue víctima de un padre iracundo, abusivo, y que nunca reconoció su talento.
Marlon forjó fama de mujeriego. Se casó en tres ocasiones, tuvo once hijos y se relacionó con estrellas de cine tan grandes como Marilyn Monroe, con quien mantuvo una relación intermitente por años, según su autobiografía Songs My Mother Taught Me.
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