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Don Óscar Domínguez, un legado de bravura

Golondrinas, una ganadería importante en todos los ruedos de México, no podría haberse convertido en lo que es sin el apoyo de una gran mujer como doña Corina Holguín


  • 22
  • Abril
    2017

Dice el refrán que ‘detrás de un gran hombre hay una gran mujer’ y en el caso del ingeniero don Óscar Domínguez, el dicho se aplica fielmente, pues el sacrificio y el fervor por el trabajo desarrollado luchando no sólo por preservar, sino por incrementar el prestigio y enaltecer este legado de bravura que le fue depositado por sus antepasados con la ganadería de ‘Golondrinas’, no hubiera sido posible sin el apoyo y decidido respaldo de su inseparable compañera y esposa, doña Corina Holguín.

“A ella le debo todo, y aunque nosotros, como todos los ganaderos, hemos tenido tardes buenas y tardes no tan buenas, esto es tan complicado, pero tan apasionante, y el apoyo de mi esposa para mí ha sido determinante para que estemos en el sitio que la afición, los toreros y las empresas nos tienen, por el trabajo que hemos hecho en el campo, y eso significa sacrificar el tiempo valioso de la familia que hemos podido sortear gracias a ella y afortunadamente ha valido la pena, porque tenemos una hermosa familia y nuestro trabajo en el campo bravo se ha traducido en la calidad, fijeza y bravura de nuestros toros”, expresó emocionado el ganadero.

“Para que se dé una idea de que tan extensa e importante ha sido nuestra actividad en el mundo de la fiesta de los toros, las más importantes figuras del toreo mexicano, desde Lorenzo Garza hasta el último, Joselito Adame, han triunfado con nuestros toros”, señaló orgulloso el ganadero.

“Desde que mi padre dirigía la ganadería, por ejemplo, hasta que se retiró de la actividad el matador Eloy Cavazos, el maestro se llevó en su espuerta más de 40 rabos de nuestros ejemplares”, comentó el ganadero, quien agregó, “y no sólo Eloy, Manolo, Curro, Mariano, Miguel, Arruza, Gutiérrez, Silveti y muchos otros toreros más”.

A lo largo de su trayectoria como ganadero, don Óscar ha recibido a toreros, novilleros y aspirantes de todas las épocas en sus tentaderos. En la década de los 80, con el apoyo de don Pedro de la Serna, formaron una escuela taurina de donde surgieron muchos chavales y en donde un número importante, se convirtieron en matadores de toros.

“Nos decidimos a ayudar a los chavales y de ahí pudimos sacar una camada de toreros muy buenos como Hernán Ondarza, Alfredo Ferriño, Chuy Torre, Germán Garza, Alberto Galindo ‘El Geno’ y muchos otros más que no llegaron a hacerse matadores, pero que formaron parte de una época importante del toreo regiomontano en las filas novilleriles”, expresó el ganadero.

PASA LAS RIENDAS

A 45 de haber tomado las riendas de ‘Golondrinas’, don Óscar, consciente que el tiempo no ha pasado en balde y cada vez faltará menos en llegar el momento de retirarse, desde hace algunos años, ha ido manejando los destinos de la dehesa de manera conjunta con su hijo, ingeniero agrónomo del mismo nombre.

“En mi hijo Óscar tengo toda la confianza del mundo de que siga enalteciendo el prestigio de nuestra ganadería por todos los ruedos de México, pues tiene una gran afición por la fiesta de los toros y desde chamaco, como a mí me tocó, ha estado involucrado con mucha pasión en todos los quehaceres de la ganadería”, apuntó el afamado criador.



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