Nuevo León

Se hunde el barco… se va Elizondo

No logra bajar deuda pública, a pesar de ser su principal compromiso, pasivo asciende a $45,572 mdp


  • 07
  • Abril
    2017

La crisis de seguridad y de control penitenciario en la entidad ya ocasionó su primera baja voluntaria, el titular de la Coordinación Ejecutiva de la Administración Fernando Elizondo Barragán abandona el gabinete estatal y deja entrever intereses políticos a corto plazo.

Esta renuncia se da sin haber aportado resultados concretos de su gestión de poco más de año y medio, ya que al argumentar ahorros financieros, la obra pública estatal se paralizó y proyectos importantes han quedado estancados. Aunque argumentó motivos personales, Elizondo aseguró que “su lucha por dejar un mejor legado a las nuevas generaciones sólo cambia de frente y de ritmo”. Dichas declaraciones fueron vistas como una señal de sus aspiraciones políticas, por lo que no se descarta su postulación a una candidatura a la gubernatura si se convoca a elecciones, en caso de que el gobernador Jaime Rodríguez renuncie para buscar la Presidencia el año próximo.

La administración estatal está en una etapa compleja, afectada por escándalos de corrupción, una crisis histórica en los penales, una parálisis en el gasto público y un repunte en la inseguridad. La alianza entre Fernando Elizondo y Jaime Rodríguez se dio el 21 de mayo de 2015, a menos de dos semanas de las elecciones para la gubernatura. Supuestamente, la aportación de Elizondo era la de contribuir en materia de ordenamiento de la administración y de transparencia.

Sin embargo, las cifras evidencian que en materia financiera el estado se encuentra paralizado, ya que, pese a contar con un presupuesto récord, ha desplomado la inversión pública, arrastrando con ello el sector construcción. En materia de transparencia, los avances son imperceptibles y, por el contrario, la administración ha sido cuestionada por casos de simulación de compra de 200,000 cobertores, un fraude que daña al erario por casi $30 millones de pesos, en el que sus autores no han sido sancionados, ni llevados a instancias judiciales.



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