El dinosaurio mexicano de 70 millones de años
El animal prehistórico descubierto en 1988, era herbívoro y midió siete metros de largo
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Octubre
2018
Por las tierras de Coahuila, un animal prehistórico surcaba el suelo con sus grandes pisadas. Se trata del el hadrosaurio “Pico de Pato”, existió hace 70 millones de años en el periodo cretácico de la era Mesozoica y desde hace 26 años su portentoso esqueleto es una de las atracciones principales en la Sala de Paleontología del Museo de Geología de la UNAM.
“Pico de Pato”, cuyo nombre científico es Latirhinus uitstlani que significa “Nariz ancha”, fue hallado en 1988 por Espinosa Arrubarrena, jefe de dicha institución, y un grupo de paleontólogos en el ejido Presa San Antonio, cerca del municipio de Parras de la Fuente, en el norteño estado de Coahuila.
“La historia es muy dramática porque su especie dejó de existir luego de que en la península de Yucatán y parte del Golfo de México cayó un meteoro. Sucedió hace unos 65 millones de años y era de los últimos que existían en aquel entonces”, explicó en entrevista con la agencia Notimex.
El maestro en Ciencias indicó que se llama “Pico de Pato” debido a las peculiares características que presentan sus maxilares. “Parafraseando a unos de los geólogos y paleontólogos, eran como las vacas de aquel entonces. Podríamos imaginarlos en planicies muy grandes en el norte de México, eran grandes manadas junto a los dinosaurios astados como el triceratops con tres cuernos”, explicó.
Se trata de un animal herbívoro. Sus mandíbulas estaban diseñadas para la molienda de plantas con múltiples hileras de dientes y su proporción fue más alta que la de cualquier otro carnívoro.
Las dimensiones del esqueleto son de siete metros de largo, desde la punta de la cabeza hasta la cola y casi 2.35 metros de alto.
Cuando lo hallaron se pudo recuperar 65% de sus huesos, y para protegerlo durante su traslado al Instituto de Geología de la UNAM, se colocó sobre una cubierta de yeso.
Una de sus características es que se halló sin cráneo, el cual es un elemento de suma importancia en el diagnóstico porque permite conocer el tipo de especie. En la Sala de Paleontología, convive con otros grandes esqueletos de mamut, camellos y caballos. (Con información de Notimex)
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