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Berna, la bella; Los suizos tienen en su capital uno de sus mayores orgullos

La belleza del entorno fundido a un ambiente de encanto medieval es la mezcla de factores que logran hacer de Berna uno de los destinos europeos imperdibles para los amantes de los viajes


  • 23
  • Octubre
    2019

Casco Antiguo

Recorrer el Casco Antiguo es pasear por un auténtico entorno de carácter medieval y pisar un territorio que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1983. Como si se tratara del paisaje de un cuento, esta zona de la ciudad se encuentra rodeada por el río Aare, que le otorga una encantadora sensación de aislamiento. El Casco Antiguo fue fundado en el Siglo XII y alberga la mayoría de los edificios históricos que vale la pena visitar: la Catedral, el Palacio Federal y la célebre Torre del Reloj.

Jardín de las Rosas

Uno de los parques más bonitos de la ciudad es comparado con el Central Park de Nueva York, pero más colorido gracias a los más de 200 tipos de rosas que allí se exhiben. El espacio, que fungió como un enorme cementerio, es desde 1913 un bello parque ideal para hacer un picnic, leer un libro o tomarse una foto.

Zentrum Paul Klee

A manera de homenaje arquitectónico se realizó este museo que cuenta con casi la mitad de la obra del artista fallecido en 1940. El museo fue diseñado por el reconocido arquitecto genovés Renzo Piano, que algún día declaró: “En este pequeño planeta, diseñar es una de las pocas aventuras que quedan”.

La Catedral de Berna

El templo protestante de estilo gótico roba la mirada de los turistas por su imponente arquitectura alzada en 1421. Su impresionante campanario mide 100 metros, colocándolo en el más alto del país. Su portal principal está decorado con 217 esculturas que representan el juicio final y sus alucinantes vidrieras del siglo XV.


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