Escena

Alejandro Marcovich: Totalmente honesto y sin trabas

El exguitarrista de Caifanes pidió derecho de réplica debido a la polémica que se sucitó hace dos semanas con el reportaje al grupo Caifanes y su quinto disco, quiso aclarar unos puntos y aprovechamos para entrevistarlo.


  • 10
  • Julio
    2017

Respecto a la nota publicada el domingo 25 de junio de este año, usted nos platica que quiere puntualizar que hay algunos errores históricos. Aclarando o complementando la información brindada, ¿nos podría decir cuáles son?

Marcovich responde:

1. Es incorrecto que desde el principio ya había diferencias con Saúl. Si así hubiera sido, él no me habría invitado a Caifanes. En mi libro autobiográfico explico al detalle las circunstancias en las que se dio la invitación. Por otro lado, Saúl se salió de Las Insólitas para iniciar Caifanes, no por diferencias conmigo.

2. Es falso que Saúl quiso hacer las paces, etc. Fue al revés: semanas antes del 18 de agosto de 1995 hubo una junta en la que yo le propuse una terapia de grupo, incluyendo a Alfonso, y él burlonamente se negó. Está en mi libro, también. Con Alfonso de testigo, Saúl me propuso que me salga de la banda, a lo cual yo argumenté que no había ningún motivo para ello. Yo no tenía problemas con él, pero aparentemente él conmigo sí. Es falso que yo le haya dicho “¿Sabes qué?... el que tiene problemas eres tú, no yo; soluciona tus broncas. Yo no soy tu amigo, yo soy únicamente el guitarrista de esta banda”. Lo que le dije fue: “En todos los grupos hay problemas. Arreglémoslos”.

3. Saúl se enteró de lo del registro del nombre meses después del 18 de agosto de 1995, cuando acabó la gira, no antes. El nombre se registró sin su firma, como dice él, pero se le incluyó como derechohabiente en partes iguales con Alfonso y yo. En sus entrevistas da a entender que no tenía derechos.

4. No es cierto que se siente traicionado y decide dejar la banda y formar un nuevo grupo. Formó un nuevo grupo porque Alfonso y él no quisieron pagarme el valor de mi tercera parte de los derechos del nombre Caifanes. La disquera en ese momento no participó de ninguna negociación. Es cierto que el nombre Caifanes (tomado de una película) se lo puso Saúl al grupo, pero el valor de mercado a dicho nombre se lo dimos los cinco integrantes con nuestro trabajo.

5. Luego de mi cirugía Saúl y yo nos vimos a fines de 2010 para tener una charla amistosa y limar asperezas después de tantos años de distanciamiento. Hubo aclaraciones y disculpas de ambas partes, y buenos propósitos hacia la posibilidad de volver a tocar juntos. Esa misma noche estuvo la manager de Saúl, quien nos platicó que OCESA estaba interesada en incluir a Caifanes en el Vive Latino 2011. Esto no tuvo nada que ver con “chismes en los medios”.

6. En relación al párrafo que inicia con “Tras bambalinas […]”, nada de lo que se dice en él es cierto ni tiene sustento. Una abogada, en supuesta representación de la empresa de Saúl, intentó recontratarme para la gira 2013 en términos no satisfactorios para mí y mis abogados. Ambas partes intentaron ponerse de acuerdo sin lograrlo, se vino el tiempo encima, y dicha empresa me notificó vía escrita que ya no requeriría de mis servicios. En marzo de 2014 se contrató a otro guitarrista, y a partir de entonces “dejé de formar parte de Caifanes” (lo cual en términos legales significa que la empresa de Saúl ya no quiso contratarme para esa gira, y hasta la fecha no he recibido ninguna propuesta).

Hablando de Música pregunta:

1. ¿Por qué cree que después de seis años del regreso de Caifanes estos aún no han logrado sacar un nuevo disco?

No tengo idea. Lo cierto es que desde 2013 vienen anunciando ese disco.

2. ¿Qué cree que sea más importante: la letra, la música de la misma, o ambas son un solo ente?

Es imposible decidirlo, ya que depende del caso. El público suele estar muy desinformado respecto a este tema. Cuando una canción se registra, el crédito en los discos es “letra y música”, pero la palabra “música” se refiere estrictamente a la melodía de la letra. El resto de la “música” son los “arreglos”: ritmos de batería, líneas de bajo, de guitarra,etc. Yo hice un arreglo de “El elefante”, de Saúl, en el cual la letra va declamada, sin la melodía original, y el resultado es muy interesante.

Las canciones de los grupos de rock usualmente se dan a conocer como un paquete completo, en el cual dicha “letra y música” viene rodeada de las aportaciones de los integrantes de la banda, dándole un sonido y una identidad  peculiar e irreemplazable. Hay compositores en el mundo del rock que creen que sus canciones se sostienen solas, sin los arreglos. En ese caso, deberían darlas a conocer primero en un disco solista, estilo cantautor, con guitarra acústica y voz. Dichos arreglos no son “un simple adorno”. Los músicos que aportan “arreglos” a las canciones también son “compositores”, aunque no se les dé el crédito como tales. Esto es tan cierto, que los que conocen por primera vez las canciones con dichos arreglos, luego no se las imaginan sin ellos, ya que estos pasan a formar parte de la “canción”. En toda justicia, los integrantes de los grupos de rock deberían llevar crédito como coautores de la música de las canciones y, por lo tanto, recibir regalías.

3. ¿Cómo surge la invitación a grabar guitarras en el nuevo disco En el tiempo con el grupo El Plan?, Ese grupo es de un género bastante distinto a lo que se le ha conocido.

Surgió por una casualidad, en una de mis visitas a Monterrey conocí a Jair Alcalá, a quien invité a tocar el acordeón en un concierto mío. Luego él me invitó a grabar guitarra en el tema “Aún te sigo amando”, del disco que estaba produciendo, y el resultado nos gustó tanto que acabé participando en todo el disco. Yo no distingo “géneros”, sino buena o mala música.

4. ¿Vimos que participó con su guitarra en un tributo a Los Baby’s. ¿Con qué canción participa?

Participé en el tema instrumental “Jinetes en el cielo”. Fue una gran experiencia, ya que pude aportar un poco de mi estilo a ese tema, y la producción de Armando Ávila fue muy atinada.Además, el grupo sigue tocando muy bien, como si no hubiera pasado el tiempo.

5. Supongo que ha de ser un gran halago que una marca de cerveza haya sacado una edición especial bajo el nombre de Alejandro Marcovich. ¿Cómo surgió esta especie de tributo hacia usted?

Fue una propuesta del dueño de la cervecería, quien quiso homenajearme de esa manera. Yo participé en las etapas de cata de la misma, hasta darle el visto bueno a la versión que más me gustó. Si no, no hubiera puesto mi nombre en la misma.

6. Si volviera a escribir un libro, ¿de qué hablaría?

No lo tengo contemplado, pero muy probablemente hablaría de música.

7. ¿Ha pensado en formar una nueva banda con integrantes fijos, grabar un disco y hacer giras?

Lo he pensado. Es una de tantas ideas que rondan mi mente.

8. ¿Cómo definiría la fama?

La fama, siendo ésta el hecho de que mucha gente conozca a una persona o ente, la puede conseguir cualquiera, incluso por las razones incorrectas, como por ejemplo un delito. Considerando que también se puede conseguir de la noche a la mañana con mucho dinero, no significa nada especial para mí. Yo prefiero las palabras “reconocimiento” y “celebridad”, por ejemplo, que parecen tener más que ver con logros personales en alguna rama del arte, la ciencia, el deporte, etc.



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