Trump será invitado especial en la Final del Mundial de Clubes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, será el invitado de honor en la Final del Mundial de Clubes de la FIFA el domingo 13 de julio, cuando el París Saint-Germain se enfrente al Chelsea en el estadio MetLife, ubicado en Nueva Jersey y con capacidad para 82,500 espectadores.

La cita representa el cierre del nuevo formato ampliado del torneo, que por primera vez se celebró en suelo estadounidense, reuniendo a 32 equipos de todo el mundo.

Trump y la FIFA, relación estratégica rumbo al Mundial 2026

La elección de Trump como invitado estelar no es casualidad. La FIFA busca reforzar sus lazos con la Casa Blanca a un año de que se dispute la Copa Mundial de la FIFA 2026, coorganizada por Estados Unidos, México y Canadá.

Esta semana, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, inauguró una exposición en la Torre Trump en Nueva York, acompañado del exfutbolista Ronaldo Nazario y de Eric Trump, hijo del mandatario.

En este edificio se instalará la nueva sede de la FIFA en la ciudad, aunque ya cuenta con oficinas en Miami y Toronto.

“Recibimos un gran apoyo del Gobierno y del presidente con el grupo de trabajo de la Casa Blanca para la Copa Mundial de Clubes y el Mundial del próximo año”, expresó Infantino a medios internacionales.

Donald Trump ha intensificado su presencia en eventos deportivos, consolidándose como una figura influyente dentro y fuera de la política. Asistió a la final del Super Bowl este año, donde, según sus propias palabras, sus seguidores abuchearon a la cantante Taylor Swift.

“La única que tuvo una noche peor que los Kansas City Chiefs fue Taylor Swift. Salió del estadio abucheada. ¡MAGA no perdona!”, escribió en su red Truth Social.

También es un habitual asistente a peleas de la UFC, disciplina que planea una función especial en la Casa Blanca, coincidiendo con el 250 aniversario de Estados Unidos, el 4 de julio de 2026.

Final con sabor a antesala mundialista

La Final entre el PSG y el Chelsea, en uno de los estadios que albergará la Copa Mundial de 2026, no solo definirá al campeón del mundo a nivel de clubes, sino que se convertirá en un evento de proyección política y diplomática, con Trump como figura central.

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