Constelaciones familiares: sanar el alma desde el linaje

Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica que sigue sumando adeptos, esto debido a que nos ofrece la capacidad de revelar dinámicas ocultas, que pueden estar influyendo en nuestra vida actual. 

Basada en la idea de que muchas de nuestras dificultades personales tienen raíces en experiencias familiares no resueltas, esta metodología busca generar conciencia y liberar patrones repetitivos heredados.

Pero vamos paso a paso; fue el terapeuta alemán Bert Hellinger en la década de 1980 quien creó esta intervención terapéutica. Las constelaciones familiares se basan en el principio de que todos pertenecemos a un sistema familiar, y que, inconscientemente, podemos estar cargando con emociones, destinos o conflictos, que no nos pertenecen directamente.

¿Cómo se desarrolla? 

En una sesión de constelaciones (que puede ser individual o grupal), se representa la estructura de una familia o sistema, utilizando personas o figuras para simbolizar a los miembros del clan. 

A través de esta representación, se buscan patrones ocultos que pueden estar generando problemas en áreas como la salud, relaciones, trabajo o emociones. “Muchos de nuestros problemas no son verdaderamente nuestros, sino que los asumimos por lealtad a un miembro de la familia que sufrió una exclusión o injusticia”, explicaba Bert Hellinger.

“Este recurso abre un campo de relación del individuo con su propio reino interior, para el que no había acceso antes, y de donde pueden salir las soluciones para sus problemas. Es un nuevo campo de sanación para el alma”, dijo Edlín Ortiz Graham, psicóloga clínica, y terapeuta de constelaciones familiares. (Con información de Luis Padua)

¿Para qué nos sirven?

El objetivo de las constelaciones familiares no es revivir el pasado, sino comprender cómo las dinámicas familiares inconscientes afectan el presente. Esta técnica permite:

• Comprender conflictos repetitivos (como fracasos en relaciones o dificultades económicas)
• Mejorar la relación con padres, hijos o parejas
• Liberarse de culpas o lealtades invisibles
• Sanar duelos o pérdidas no resueltas

¿Qué se puede esperar de una sesión?

Durante una sesión grupal, el consultante expone brevemente un tema o problema. Luego, el terapeuta elige a personas del grupo para representar a miembros de la familia, incluyendo al propio consultante. Las dinámicas que surgen entre los representantes pueden revelar vínculos no resueltos o emociones reprimidas.

“Te permite revisitar un episodio de tu vida, y al ser asistido por un facilitador, tú puedes ver lo que no podías ver en el momento que lo estabas viviendo. El observador altera lo observado, cuando tú revisitas algo de tu vida, tú lo transformas, al mirarlo desde donde estás ahora y con la ayuda de un facilitador”, afirma Edlín Ortiz Graham, fundadora del Instituto Luz Sobre Luz.

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