México celebra el Día del Maestro; reconocen su labor

Este 15 de mayo, México y Nuevo León, vuelven la mirada a una figura fundamental en su historia: El Maestro. Más allá de las conmemoraciones protocolarias, el Día del Maestro representa una oportunidad para reconocer —sin reservas ni adornos innecesarios— el papel que los docentes han jugado en la construcción del país que hoy habitamos.

Basta con asomarse a la historia para entender la dimensión de su contribución. Desde las primeras misiones culturales que, a mediados del siglo XX, llevaron alfabetización y esperanza a los rincones más apartados del territorio nacional, hasta las aulas multigrado en comunidades rurales. 

Si México es una nación de ciudadanos que leen, escriben, razonan y participan, es porque hubo —y hay— una maestra o un maestro en cada historia de vida.

En este contexto, vale la pena destacar el trabajo constante del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en particular de la Sección 50 en Nuevo León, que ha sabido evolucionar no sólo como una organización gremial, sino como un actor clave en la defensa de la educación pública, la dignificación de la labor docente y el fortalecimiento del tejido social a través de la cultura de la paz.

Durante el último año, esta Sección ha puesto en marcha importantes acciones que demuestran un compromiso más allá del discurso. Se han logrado mejoras tangibles en infraestructura sindical, en atención médica para los agremiados, así como en la calidad y prontitud de los servicios de salud que ofrecen. 

También se ha reforzado el vínculo con las bases mediante canales más abiertos de gestión y representación, en beneficio de los casi 35,000 agremiados.

En palabras del maestro Juan José Gutiérrez Reynosa, Secretario General de la Sección 50:

Exhortan a modificar ley de ISSSTELEÓN

Durante su discurso en la ceremonia de entrega de reconocimientos por el Día del Maestro, el docente Juan José Gutiérrez Reynosa, hizo un llamado claro y firme, a revisar de fondo la ley de ISSSTELEÓN, al considerar que el actual marco normativo no garantiza un retiro digno para las y los trabajadores de la educación. 

Señaló que es urgente construir una nueva legislación que refleje las necesidades reales del magisterio y responda al esfuerzo de toda una vida dedicada al servicio público. “No es posible hablar de justicia social mientras no resolvamos el tema de las pensiones.

“Exigimos una reforma que dignifique el retiro de quienes lo han dado todo por la escuela pública”, afirmó. Con este planteamiento, la dirigencia sindical se coloca nuevamente al frente de una demanda que, más que legítima, es impostergable.

Más allá de las aulas, el magisterio ha demostrado ser también una fuerza con peso político real en la vida pública del país. Su organización, su presencia territorial y su capacidad de articulación lo convierten en un actor determinante en la definición de políticas públicas, particularmente en los ámbitos educativo y social. 

En tiempos de incertidumbre, violencia y cambio acelerado, la figura del maestro sigue siendo una brújula moral y social. Hoy, más que celebrar, toca reconocer, agradecer y —sobre todo— respaldar. Porque como país, mucho de lo que somos, lo somos gracias a ellas y ellos, afirmó el Secretario General de la Sección 50.

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