katy_perry_cdmx_ad0fd53a9f
Escena

Arranca gira de Katy Perry en CDMX con viaje a galaxia musical

Katy Perry arrancó su gira 'The Lifetimes Tour' en la Arena CDMX con un espectáculo que mezcló narrativa distópica, estética de videojuego y momentos emotivos


  • 24
  • Abril
    2025

La capital mexicana se rindió ante Katy Perry, quien eligió la Arena Ciudad de México como punto de partida para su gira mundial "The Lifetimes Tour".

La cantante estadounidense ofreció un espectáculo visual y emocional que convirtió el recinto en un universo de luces, mariposas mecánicas y videojuegos retro-futuristas.

Desde horas antes del inicio, los alrededores del recinto lucían como una pasarela pop. Fans ataviados con orejas de conejo, diademas de mariposas y atuendos inspirados en distintas eras de la cantante inundaron la zona, mientras vendedores ofrecían mercancía no oficial, desde coronas con luces LED hasta cobijas con la imagen de “Santa Katy”.

El show arrancó con un video de estilo cibernético que anunciaba un “Game Over”. Enseguida, Katy Perry apareció descendiendo del techo dentro de una jaula luminosa mientras entonaba “Artificial”, provocando un estallido eufórico entre los 18 mil asistentes.

La puesta en escena siguió una estructura de videojuego, donde cada canción representaba un “nivel” desbloqueado. El escenario con forma de símbolo de infinito permitió a la artista acercarse constantemente a su público, creando una atmósfera íntima dentro del espectáculo masivo.

En el primer tercio del show, la intérprete desató la nostalgia con una ráfaga de éxitos: “Teenage Dream”, “Hot n Cold”, “Last Friday Night”, “California Gurls” y “I Kissed a Girl”.

Más adelante, dedicó un momento a explorar su catálogo menos conocido con una dinámica interactiva. El público votó mediante códigos QR por canciones que rara vez interpreta, como “Not Like the Movies” y “The One That Got Away”.

Entre risas y sorpresas, Perry invitó a fans disfrazados de astronautas al escenario. Aunque la interacción fue torpe por la barrera del idioma, los momentos espontáneos generaron ternura y viralidad.

Cada sección del concierto fue pensada como parte de una narrativa. En “Wide Awake”, Katy cruzó la pasarela rodeada de danza aérea. En “Rise”, apareció con una mano robótica disparando rayos, mientras que en “Roar” surcó el aire montada sobre una mariposa mecánica.

El clímax emocional llegó con “All the Love”, una balada dedicada a su hija Daisy Dove, que transformó la atmósfera distópica en un momento íntimo y maternal. “Es la mejor decisión que he tomado”, confesó visiblemente conmovida.

El cierre llegó con “Firework”, acompañada de fuegos artificiales reales y una narrativa final en pantallas sobre esperanza y luz. Katy Perry se despidió con un mensaje potente: encender la chispa interior, incluso en tiempos oscuros.

Así, la CDMX fue testigo de un espectáculo que mezcló tecnología, nostalgia, ternura y poder pop en estado puro.


Comentarios

publicidad
×