Ayuno intermitente: una dieta que requiere supervisión médica
El ayuno intermitente reduce los niveles de insulina; no es recomendable para pacientes con diabetes.
- 20
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Agosto
2020
El ayuno intermitente y la dieta Keto son dos regímenes alimenticios que estuvieron en tendencia durante el inicio de la pandemia por Covid-19. Las personas vieron el confinamiento en casa como una oportunidad para bajar de peso, cambiar sus malos hábitos y, en general, mejorar su estilo de vida.
Sin embargo, estas dos dietas no son recomendables para todos y requiere de una supervisión médica ya que el más mínimo de los descuidos puede resultar en consecuencias fatales para la salud.
Lo que debes saber sobre el ayuno intermitente
¿Qué es el ayuno intermitente?
Más que una dieta, el ayuno intermitente es un método que alterna periodos de ayuno con periodos de alimentación. Por ejemplo, el ayuno más común es el conocido como 16/8 que consiste en ayunar 16 horas dejando una ventana de alimentación de 8 horas, y es recomendado para personas sanas, pero que buscan bajar de peso.
Además, los nutriólogos resaltan la importancia de consumir alimentos altos en grasas saludables, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales durante esas 8 horas previas al ayuno.
Algunos de sus posibles beneficios son:
- Reduce la insulina y la hormona factor de crecimiento IGF1
- Mejora parámetros bioquímicos relacionados a la inflamación, factor clave en muchas enfermedades crónicas.
- Promueve la reparación celular
- Favorece la salud cardiometabólica
- Efecto envejecimiento
¿Quienes NO pueden hacer un ayuno intermitente?
El ayuno intermitente no es aconsejable para personas embarazadas o con diabetes, quienes corren el riesgo de tener niveles bajos de azúcar en la sangre, especialmente si se ingiere insulina o medicamentos orales.
Asimismo, se destaca la importancia de no recomendar este método a personas con déficit nutricionales ya que durante un periodo determinado no consumirán calorías, lo que puede ocasionar una desnutrición severa.
Riesgos
- Hipoglucemias, hambre, mal humor, dolor de cabeza, debilidad y fatiga.
- Puede causar desórdenes de la conducta alimentaria.
- No realizar sin consultar a un médico o nutriólogo.
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