Dalái lama cumple 90 años llamando a la paz tras dura semana

El Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, celebró su cumpleaños número 90 este domingo en Dharamshala, India, donde reside exiliado desde 1959. 

A pesar de una semana difícil marcada por tensiones geopolíticas, en particular con China por su sucesión, transmitió un mensaje de paz y compasión.

"Soy un simple monje budista; normalmente no participo en celebraciones de cumpleaños", dijo el Dalai Lama agradeciendo a quienes lo festejaron con él; y aprovechó la oportunidad para hacer un llamado "para cultivar la paz mental y la compasión".

Las celebraciones, a las que asistieron más de 7,000 personas, incluyeron espectáculos culturales y mensajes de líderes mundiales como el primer ministro indio, Narendra Modi; el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio; y los expresidentes estadounidenses, Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, quienes elogiaron su firme compromiso con la unidad y la no violencia.

Ante miles de seguidores, entre ellos monjes, monjas y figuras destacadas enfatizó la importancia de cultivar un "buen corazón" y servir a los demás, afirmando: "En lo que a mí respecta, tengo una vida humana y, como seres humanos, es natural que nos amemos y nos ayudemos mutuamente".

El Dalai Lama reafirmó su intención de reencarnarse, y el Gaden Phodrang Trust es el único responsable de identificar a su sucesor, una medida que desafía directamente la pretensión de China de controlar el proceso.

Este anuncio, realizado días antes de su cumpleaños, puso fin a años de especulaciones sobre si sería el último Dalai Lama y agravó las tensiones con Pekín, que insiste en aprobar a su sucesor.

A pesar de sus problemas de salud, incluyendo una reciente cirugía de rodilla, el Dalai Lama expresó su optimismo de vivir hasta los 130 años y continuar su defensa de los valores humanos, la armonía religiosa y la cultura tibetana.

"Tengo ahora 90 años y cuando reflexiono sobre mi vida, veo que no la he desperdiciado en absoluto", dijo el dalái lama a sus seguidores este domingo. "No tendré arrepentimiento en el momento de mi muerte, más bien podré morir muy tranquilo", afirmó. 

El evento resaltó su enfoque de toda la vida, el "Camino Medio", que busca la autonomía del Tíbet dentro de China en lugar de la independencia total, una postura que le valió el Premio Nobel de la Paz en 1989, pero que generó críticas de algunos tibetanos que abogaban por una resistencia más firme.

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