Reconcíliate con tu pasado; sana tus heridas de la infancia
Al sanar al niño interior, se libera una parte esencial del ser humano, la capacidad de vivir desde la autenticidad, la compasión y la integridad emocional
- 30
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Abril
2025
Sanar al niño interior se ha convertido en una práctica ampliamente reconocida en la psicología contemporánea como una vía efectiva para el autoconocimiento, la resolución de traumas infantiles y la mejora del bienestar emocional.
Este concepto, popularizado por psicoterapeutas como John Bradshaw y Carl Jung, propone que dentro de cada adulto vive un “niño interior” que guarda memorias, emociones y heridas no resueltas de la infancia.
“El niño interior no es una fantasía; es una parte real y operativa de nuestra psique que continúa influyendo en nuestros pensamientos, emociones y comportamientos”, afirmaba el escritor John Bradshaw.
¿Qué significa sanar al niño interior?
Sanar al niño interior implica reconectar con esas partes de uno mismo que fueron heridas o reprimidas durante la niñez, ofreciendo amor, comprensión y validación a las experiencias que no fueron adecuadamente procesadas.
Este proceso terapéutico permite liberar patrones emocionales limitantes, y fomentar una relación más saludable consigo mismo. (Con información de Agencias)
Ejercicios prácticos para la salud emocional
- Carta al niño interior: Escribe una carta desde tu yo adulto hacia tu yo niño, expresando amor, comprensión y protección. Puedes comenzar con: “Querido niño, sé que sufriste cuando...”
- Diálogo interno: Mediante la escritura o visualización guiada, establece un diálogo con tu niño interior. Pregúntale cómo se siente, qué necesita y cómo puedes ayudarle hoy.
- Terapia del arte o journaling: Dibuja o escribe libremente como lo harías de niño. Esto desbloquea emociones reprimidas y permite expresar de forma no verbal lo que está guardado.
- Reparenting (re-crianza): Practica conductas de auto-cuidado y límites saludables que tu niño interior necesitaba. Sé el adulto que necesitabas cuando eras pequeño.
- Visualización guiada: A través de meditaciones guiadas, imagina una escena en la que visitas a tu niño interior y le das seguridad, amor y contención.
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