Quieren fortalecer fe con cruz monumental

Cambiar la cara y el entorno a la emblemática colonia Independencia, regenerando el popular sector; además de tener un monumento a la fe y una referencia turística para el resto del mundo, es parte de la meta que se busca obtener con la “Cruz de la Misericordia”.

Se trata de la también llamada “Cruz de Monterrey”, que sería la más grande del mundo, de acuerdo a lo que informaron fuentes de la Arquidiócesis de Monterrey, proyecto anunciado recientemente por el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López.

La estructura de la cruz será 162 metros de alto por 80 de ancho (40 metros cada brazo), una base de 12 metros, y un remate de 7 metros, superando incluso a la Estatuta de la Libertad de Nueva York.

“Le pido a Dios que yo pueda verlo terminado. No pretendemos otra cosa que levantar un símbolo de la fe común a muchos de nosotros, los que vivimos en Nuevo León, así como también desde ese lugar animar la solidaridad en toda nuestra Arquidiócesis”, señaló el prelado.

Autoridades de Monterrey y San Pedro, junto con la Arquidiócesis de Monterrey, son quienes participan el proyecto, con el aval del gobierno del estado.

La propuesta también contempla un área de 10,500 metros cuadrados para que inversionistas interesados puedan desarrollar edificios de departamentos en la parte posterior de un Macrocentro Comunitario.

El encargado del proyecto es el sacerdote benedictino fray Gabriel Chávez, especializado en arquitectura religiosa y quien diseñó la Basílica de Guadalupe en México y en Monterrey.

Empresarios locales están invirtiendo en el proyecto que se espera no tarde más de tres años en concluirse.

En enero del año 2000, el entonces gobernador Fernando Canales arrancó un proyecto religioso similar en el barrio ahora conocido como Cima de la Loma, donde se instalaría una cruz de 140 metros de altura, robotizada, la cual abriría y cerraría los brazos.

En ese entonces, el presidente del patronato promotor era encabezado por Jaime Benavides Pompa. El diseño corría a cargo del famoso arquitecto español Santiago Calatrava. El gobierno estatal invirtió $12 millones de pesos. Sólo se construyó la base, pero se abandonó el proyecto.

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