Acuden miles de fieles al santuario de la Virgen de Guadalupe

No importa el cansancio, si no rendir tributo a la llamada patrona de México, a unos días de su festejo.  

Vienen de todas partes, ricos y pobres unen su fe en su santuario, al pie de la colonia Independencia, a dar gracias por los milagros.  

Es la emoción y cariño que ofrecen los fieles.

Su templo retumba por los danzantes.

Es el atardecer en un lugar sagrado donde no existe el frío, los comerciantes del Mesón Estrella y Mercado de Abastos cargan toneladas y toneladas de frutas y verduras.

En sus hombros cargan cajas con su ofrenda y la llevan ante la Guadalupana.

El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, ofició una misa en la basílica y agradeció la caridad, que será repartido entre los más necesitados.

Así, su templo religioso se va llenando poco a poco de alimento.  

Los comerciantes lo han hecho durante más de cinco décadas.

Y los que aman el deporte también rezan, como los pequeños peregrinos incomparables que llevan flores y encienden veladoras para que su Tigres arañen la victoria final.

Los hinchas auriazules tienen fe de otro campeonato.

Así se vive el folclor y la devoción en este templo, donde un mar de gente pide a la Guadalupana que sus plegarias tengan luz.

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