Javier Garza y Garza, un hombre duro pero con sentimientos
El encargado de buscar la verdad tras los casos de corrupción en Nuevo León, nos explica cómo lleva su tarea al frente de esta Fiscalía y nos comparte también su lado humano el cual le dedica a su familia, así como su pasión por los deportes
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Mayo
2019
Apasionado por los deportes, pero abogado por convicción y por herencia, Javier Garza y Garza, fiscal Anticorrupción de Nuevo León, le abrió las puertas de su hogar a El Horizonte, donde compartió un poco de su vida privada, de sus gustos, costumbres y el amor por su familia, que está próxima a crecer con la futura llegada de su primer nieta.
Nacido y radicado en la Sultana del Norte, el hombre encargado de combatir la corrupción soñó como cualquier niño en ser muchas cosas, bombero, torero, beisbolista y futbolista, sin embargo, no tardó mucho en definir su verdadera pasión: las leyes.
Javier Garza y Garza, forma parte de una familia numerosa en el que ocupa el lugar número seis de nueve hermanos, donde la costumbre ha sido coincidir con su madre los domingos para ponerse al corriente de lo qué pasa en su familia.
Con gustos por la comida mexicana, con momentos alegres como los nacimientos y graduaciones de sus hijos y tristes como la muerte de su hermano Marcelo Garza y Garza, el fiscal revela que tras varios años en la función pública y con la meta de terminar dentro de cuatro años y medio el encargo que el Congreso le otorgó en marzo de 2018, planea retirarse “con la frente en alto” del servicio público.
Cuando era chiquito, ¿con qué soñaba?
Cuando era chiquito soñaba como todos con muchas cosas, ser bombero, ser torero, ser futbolista, ser beisbolista. Me gustaba el béisbol y después cambié al fútbol, me siguen gustando todos los deportes
¿En qué momento decide que lo suyo es ser abogado?
Vengo de una familia donde mi padre era abogado y realmente lo traía en la sangre, el vivir la época de abogado. Yo no tuve duda desde la época de secundaria tomé la determinación de que yo iba a ser abogado y que iba a estudiar (para) abogado. Yo estuve en escuelas privadas, pero tenía muy claro que tanto la preparatoria como la carrera la quería hacer en una escuela pública porque quería ser abogado, en aquel entonces era muy difícil entrar a la UANL cuando se venía de una universidad privada. En el año 1972 termino la secundaria, e intento entrar a la Universidad Autónoma de Nuevo León, a la prepa 1, en ese entonces, había toma de camiones, toma de la universidad, no había clases, entonces decidí reingresar para no perder ningún semestre a una escuela privada, entonces, termino y ya después entro a la universidad.
¿Cuáles son sus hobbies?
Soy muy amante de todos los deportes, de niño yo jugué beisbol en las Ligas Pequeñas, Sierra Madre, posteriormente jugué futbol.
Yo me iba a ver a los juegos de Sultanes, me iba en camión al parque Cuauhtémoc Famosa, donde están los patios de la Central de Autobuses, me iba allá. Mi entrenador era el anunciador, Mauricio Hernández, me encantaba el beisbol, me encantaban los Sultanes.
En el 68 tuve una decepción muy grande con mis Sultanes, habiendo ganado tres partidos contra los Broncos de Reynosa, pierden después los últimos cuatro partidos y no quedan campeones, me da la desilusión y por eso me cambié al futbol.
Aficionado a los equipos locales, Tigres y Rayados, primero Rayados porque Tigres aun no subía a la primera división, posteriormente los Tigres. Soy un apasionado de ambos equipos, pero en un Clásico, soy Tigre, pero no antirayado... Practiqué el tenis en su momento, ahorita estoy practicando el golf por entretenimiento y convivir con otras gentes.
¿Sus momentos más alegres?
Muchos, de la satisfacción con mis hijos, graduaciones, nacimientos, van de la mano con eso.
¿Sus momentos más tristes?
La pérdida de mi hermano, la pérdida de mi padre.
¿De qué logro se siente más orgulloso?
Es algo que uno se ha trazado en la vida, que muchas veces uno toma decisiones sin saber hacia dónde lo van a llevar, pero ver que esas decisiones van por buen camino en el futuro y que eso te traen como consecuencias.
Cuando yo era litigante, gente me decía, sabes qué, yo contigo sí trato algo de palabra, porque sé que tienes palabra, gente que no me conocía, porque al ver lo que había hecho con otras gentes, viene y trasciende a terceros, para mí esa situación es importantísima.
Para mí, el haber pasado por seis, siete Congresos diferentes, distintas composiciones, el haber sido candidato de unidad para muchos puestos, eso para mí es un logro muy importante y que realmente siempre uno que pasa, pues normalmente queda uno marcado de por vida. Definitivamente, yo actúo y hago lo que en conciencia y jurídicamente creo y por eso para mí, la satisfacción (es) que podré tomar decisiones muy difíciles, pero me quedo muy tranquilo que las decisiones que he tomado.
¿Cómo se ve en cinco años? El cargo de fiscal anticorrupción es de seis años, ya va más de uno.
La verdad, para mí es el puesto más importante que he tenido en la historia de lo que tengo, la realidad no era lo que yo veía, para mí era muchísimo más fácil llevar esto, porque uno es abogado y conoce la trayectoria de los Ministerios Públicos y de procuración de justicia, pero ya cuando uno está sentado ahí, y dirimir este tipo de controversias y ante una legislación pobre, que hay mucho por hacer dentro de la legislación y cuando tenemos circunstancias alrededor difíciles, le sacan a uno más canas (que con) las que llegué, pero definitivamente, yo quiero verme a la vuelta de cuatro años y medio con la frente en alto del deber cumplido dentro de las herramientas y circunstancias que tuve en mi alcance. Procurando desde este momento tratar de influenciar en legisladores para cambiar leyes que nos permitan hacer más acorde a las necesidades de la sociedad. La sociedad pide mucho y yo comparto con ellos, pero se ocupan herramientas.
Después de la Fiscalía, ¿algún cargo?
Yo creo que este es un puesto que desgasta, yo sí tenía otras aspiraciones cuando llegué a la Fiscalía, pero hoy, definitivamente aquí termina mi función dentro de la función pública, yo definitivamente me regreso a mi despacho a tratar de ver los asuntos y a tratar de ayudar a la mayor gente posible. No me veo en otro puesto, definitivamente.
¿Es un tema complicado la corrupción?
Es un tema demasiado complicado, es un tema que para todos, la ciudadanía (señala) esto un acto de corrupción... No está muy bien definido qué es un acto de corrupción. Para mí, el reto más difícil es analizar y ver dónde se obtuvo un ingreso o un beneficio (por parte) de los funcionarios que son acusados de corrupción… cómo justificar que el funcionario (haya caído en un acto de corrupción) cómo se hizo, es el meollo del asunto.


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