Nuevo León

Masacre fue mucho mayor en el Penal de Cadereyta: CADHAC

Cuestiona ONG manejos del estado en informes sobre riña ; habría más de 50 fallecidos


  • 01
  • Noviembre
    2017

En medio de los señalamientos acerca del uso de fuerza letal para controlar los disturbios del penal de Cadereyta, la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC) denunció públicamente que la cifra de muertos y heridos es mayor a la reportada por el gobierno estatal.

La presidenta de CADHAC, Consuelo Morales, aseguró que de acuerdo con relatos de familiares de internos recluidos en el centro penitenciario, la cantidad de internos fallecidos en los disturbios ocurridos el pasado 10 de octubre sobrepasa los 50 y no son 18, como lo informaron las autoridades.

“Las autoridades mencionan que fueron 18 personas y la información que nosotros tenemos es que son más de 50 los que mataron al interior del penal y que definitivamente esto fue cometido. Si en un principio hubo una riña entre los internos, la verdad esto último nosotros estamos convencidos que fue la misma autoridad quien lo hizo.

“Esa semana recibimos a más de 170 familiares, en donde pudimos constatar a través de las diferentes entrevistas particulares, informaciones que nos fueron dando que fuimos cruzando. Estamos convencidos que hay una cantidad mucho más grande de la que están mencionando”, puntualizó la líder social.

Consuelo Morales señaló lo anterior luego de encabezar una misa y manifestación pacífica en la catedral de Monterrey junto con el grupo AMORES, organización que aglutina a familiares de personas desaparecidas.

La activista remarcó que “tuvimos una persona que entró a ayudar a curar. Dos semanas después de los hechos mucha gente está descalabrada con muchas heridas en la cabeza, heridas de balas de goma, pero también con balazos, y que no habían sido atendidos en los hospitales”.

Insisten en aclarar los lamentables hechos

Es de mencionar que desde un principio Morales ha cuestionado al gobierno estatal por el uso de la fuerza letal para controlar una presunta manifestación, la cual afirmó el estado se trataba de una pantalla para realizar una ejecución de un grupo de internos rivales a los que se amotinaron.



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