Nuevo León

Alfredo Quiñones-Hinojosa, de jornalero a famoso médico neurocirujano

El mexicano conocido mundialmente como Doctor Q compartió sus vivencias con alumnos del Tec


  • 28
  • Abril
    2017

Dentro de algunos años la medicina podría ganar la batalla contra el cáncer, y podría ser gracias a los avances en los estudios sobre células madre, investigaciones que encabeza... un inmigrante mexicano.

Se trata del doctor Alfredo Quiñones-Hinojosa, mejor conocido a nivel mundial, como el “Doctor Q”. A sus 18 años brincó la barda divisoria entre México y Estados Unidos y trabajó de jornalero para pagar sus estudios, hasta que gracias a su inteligencia recibió una oportunidad en Harvard y hoy es uno de los más prestigiados neurocirujanos a nivel mundial.

En breve, su historia será llevada a la pantalla grande por Disney y en ella se contará cómo “el sueño americano” fue posible, gracias a la dedicación y el sacrificio de quien en su momento, dejó su pueblo natal en Mexicali, Baja California, en busca de una mejor vida para él y su familia.

Pero antes de que eso suceda, Quiñones Hinojosa no tiene empacho en contar su historia a cientos de jóvenes con el fin de motivarlos a perseguir sus sueños, como lo realizó este viernes, en el Hospital Zambrano Hellion, a estudiantes de Medicina del Tecnológico de Monterrey.

Quiñones descubrió que estas poderosas células tienen la capacidad de destruir a las células cancerígenas, incluso aniquilar por completo un tumor cerebral.

Pese a ello, aceptó que esta enfermedad podría ser dentro de unos años, la principal causa de muerte en el mundo, y relacionó el estrés y la vida sedentaria actual, con el debilitamiento del sistema inmune y el surgimiento de células cancerígenas.

Luego de su conferencia, el “Doctor Q” concedió una entrevista exclusiva para El Horizonte, donde contó los avances en el tema del combate al cáncer, su relación con la vida y aspectos de su vida, de como pasó de jornalero a una eminencia de la medicina a nivel mundial.

“Mi ida a Estados Unidos tiene que ver con que tenía hambre –dice entre risas–, la verdad que tuvo un poco de influencia de Kalimán, que era mi superhéroe favorito, porque si te fijas él sabía de matemáticas, de ingeniería, entonces, un día me puse enfrente de la barda y calculé que si corría a una velocidad y saltaba, y después subía con mis manos hasta llegar a las púas e impulsaba mi cuerpo, podría caer del otro lado, lo hice... ¡y funcionó!”.

Posteriormente, cuenta que pagó sus estudios de preparatoria, aprendió inglés y gracias a su inteligencia, recibió una oportunidad en Harvard, donde estudió medicina y, posteriormente, surgió su amor por el estudio de la mente.

Hasta el momento, ha realizado más de 2,500 neurocirugías y extirpado más de 2,000 tumores, y realiza labores sociales en la Clínica Mayo, en donde se llevan a cabo operaciones sin costo para los más necesitados.



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