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Nuevo León

Acumula río Pesquería toneladas de desechos

Desde hace décadas el río Pesquería se ha convertido en un megabasurero 'clandestino' a la vista de todos los ciudadanos.


  • 28
  • Junio
    2023

Se le considera “clandestino” porque es ilegal, pero a la vista de todos, en el río Pesquería hay miles de toneladas de basura que contaminan el suelo, agua y aire.

Aunque esto se presenta a lo largo de todo el afluente, esta situación se acentúa en el cruce de las calles Monterrey y Luis Donaldo Colosio, entre los límites de los municipios de Monterrey y Escobedo.

En el lugar, hay decenas de carretoneros que van y depositan basura todos los días.

Hay algunos que operan ordenadamente, pues van y tiran la basura a la planta de transferencia de San Bernabé, pero la mayoría lo hace desordenadamente.

En el sitio, hay decenas de familias que se dedican a la “pepena” de basura, aunque la mayoría de los desechos terminan en el afluente.

La necesidad y la escasez de recursos es el justificante de los posesionarios para permitir que camiones o camionetas tiren escombros y basura con tal de que les den una moneda.

“Pues póngale que no cobren mucho, que lo que les den para el chesco nomás lo hacen, unos $50 pesos o $100 pesos, por cada tirada que les den”, dijo Gilberto Morales, pepenador.

La basura en este sitio es solamente vista como un negocio redondo en donde todos pueden ganar bien si está dispuesto a mancharse las manos. Un hombre que prefirió mantenerse en el anonimato dijo que los clientes llegan solos, preguntan si les pueden dejar basura por cierta cantidad de dinero y ellos se encargan de separar lo que les sirva, el resto es incinerado.

“Acá recibimos nomás la basura para levantarla y separar, las botellas de aluminio o todo lo que salga”, dijo.

El equipo de El Horizonte se adentró en el predio irregular en búsqueda de una persona que quisiera atender “un trabajito”, en el sitio se contactó a un hombre cuyo patio colinda con el río, se le cuestionó el precio por quemar desperdicios y aseguró que él no hacía ese “jale”, pero que conocía a alguien que por unos cuantos pesos estaba dispuesto a hacerlo.

“Mira, el único que te puede apoyar es el vecino de allá que tiene la casita más arrinconada. Ese sobrevive, de la basura de aquí. Ese sí que puede atenderlo. Más que nada necesita dinero si quieres pasar para que la dejemos por allá”, enfatizó el hombre mientras salía de su tejaban.

A pesar de los múltiples reportes ante la autoridad, la contaminación del río Pesquería aún persiste y se mantiene como un alto riesgo para quienes habitan en los márgenes del afluente.


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