Fuerza Civil muestra la capacidad del Black Hawk

En lo alto, por encima de montañas, edificios y maleza, no se trata de una escena de ficción, sino de una operación real de la Fuerza de Reacción Aeromóvil de Fuerza Civil, una de las siete nuevas dimensiones que integran la renovada estrategia de seguridad del Gobierno del Estado. 

Esta unidad pertenece a la División Aérea, la cuarta de la Nueva Fuerza Civil, y su misión es clara: intervenir con rapidez y precisión desde el cielo.

Con una flota de nueve helicópteros, incluyendo un moderno Black Hawk UH-60 de última generación, esta unidad especializada ha transformado la manera en que se enfrenta al crimen organizado en Nuevo León.

“Para estar en esta unidad se necesita hacer una evaluación y un curso de tres semanas en donde se les da capacitación en todo el ámbito de lo que son técnicas y tácticas de infiltración".

“En la formación únicamente se les da lo básico y esta parte con la Fuerza de Reacción Aeromóvil se toma como una especialidad dentro del cuarto agrupamiento, que es en donde pertenecemos todos". 

“Está la Fuerza de Tarea Táctica, la Fuerza de Reacción Aeromóvil y Vialidad Especial Aérea”, precisó el instructor de la Fuerza de Reacción Aeromóvil de Fuerza Civil luego de finalizar un recorrido a bordo del Black Hawk.

Cada mes, en promedio, se realizan de dos a tres misiones de alto impacto. Pero lo más impresionante no sucede solo en el aire. Casi siempre, el combate continúa en tierra, y es ahí donde los elementos de la Fuerza de Reacción Aeromóvil sorprenden con su versatilidad. 

Pese a su perfil aéreo, los elementos están entrenados para descender del helicóptero con rapidez y precisión, muchas veces usando técnicas como la “soga rápida”, empleada cuando el terreno impide el aterrizaje, ya sea por árboles o construcciones. 

Cuando los elementos abordan el ‘Halcón Negro’, lo hacen cargados de kilos de equipo y armadura. Bajan en parejas desde los costados del Black Hawk, guiados por compañeros que los orientan y cubren las espaldas. 

La comunicación es por señas, pues el ruido de las hélices imposibilita escuchar alguna palabra. Dos elementos más de piloto y copiloto en cabina, responsables de elegir el punto exacto de inserción. 

Una vez en tierra, rodean la unidad aérea y toman posición. Rápidos. Silenciosos. Listos.

Y es que la Fuerza de Reacción Aeromóvil realiza patrullajes desde aire y tierra en municipios claves del estado para combatir la inseguridad y violencia. 

Constantemente, se enfrentan a situaciones de alto riesgo, como tiroteos con grupos criminales o rescates de rehenes; o bien ofrecer cobertura desde el aire en operativos conjuntos con otras corporaciones, vigilar y patrullar áreas urbanas y rurales para disuadir el delito, así como llevar a cabo labores de rescate y evacuación en casos de emergencia o desastres naturales.

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