¿Cómo desinfectar casa y oficina?

En primera instancia es necesario saber la diferencia entre sanitizar y desinfectar. Un desinfectante es un químico que destruye completamente todos los organismos listados en su etiqueta. Los organismos que matan son bacterias que causan enfermedades y patógenos, y podrían o no, matar virus y hongos.

Desde un punto de vista legal según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, los desinfectantes deben reducir el nivel de bacterias patógenas en un 99.999 por ciento durante un lapso de tiempo superior a 5 minutos pero que no exceda a 10 minutos.

Mientras que, un sanitizante, es un químico que reduce el número de microorganismos a un nivel seguro. No necesita eliminar el 100 por ciento de todos los organismos para ser efectivo. Los sanitizantes no matan virus y hongos, en una situación de preparación de alimentos, el sanitizante debe reducir la cuenta de bacterias en un 99.999 por ciento.

Aclarado lo anterior; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos, tienen consejos sobre cómo desinfectar un área, y aquí te los compartimos. (Con información de Agencias)

Limpia tu cubículo

Antes de comenzar tu turno, usa un producto aprobado por las autoridades para desinfectar tu escritorio, teclado, mouse de computadora, teléfono de trabajo y cualquier otro objeto o superficie que tú o tus compañeros toquen mucho.

Pero asegúrate de desinfectar de la manera correcta. La superficie que desinfectas debe permanecer húmeda durante un largo período de tiempo, generalmente entre 3 y 5 minutos.

Pásale un ‘trapito’ al cel

Puedes usar un paño de microfibra húmedo y jabonoso para limpiar las pantallas y la parte posterior de los iPhone y los Android; Apple lanzó en fecha reciente un comunicado en el que afirman que las toallitas desinfectantes también pueden usarse en los iPhone; sólo ten cuidado de que no entre agua en cualquiera de los puertos.

Y en casa...

Hay que limpiar a diario las superficies del hogar que se tocan a menudo, trata de no compartir utensilios como platos y cubiertos. No sacudas la ropa sucia y recuerda lavarte las manos después de tocarla.

Los mayores focos de infección en la vivienda son la cocina y el baño, por eso su limpieza debe ser exhaustiva; no olvides las manijas de las puertas. La lejía y el amoniaco son estupendos desinfectantes, así que se recomienda limpiar con estos productos las superficies; recuerda siempre manipularlos con guantes pues son abrasivos con la piel.

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