Escena

Eulalio González 'Piporro” nos dejó hace 15 años

Con su talento musical e histriónico, el originario de Los Herreras se inmortalizó como un referente de la cultura norestense dentro y fuera de México


  • 31
  • Agosto
    2018

Con 1,764 habitantes (según cifras del INEGI de 2015), el municipio de Los Herreras puede presumir de contar con un ciudadano que escribió su nombre con letras de oro en el mundo del entretenimiento y la cultura popular.

Hace 15 años, Eulalio González “Piporro” se despidió del plano terrenal justo un día después de recibir un homenaje en Bellas Artes por su trabajo artístico, del cual no planeaba alejarse incluso a sus 81 años de edad.

“Era un hombre incansable. Jamás pensó que lo alcanzaría la muerte, pero tampoco creía en retirarse. Hay actores que se cansan y lo deciden, pero no fue su caso’’, aseguró Jorge Pedraza, amigo y cronista de Los Herrera, municipio que Piporro siempre se encargó de enaltecer a través de su estilo cómico, siempre blanco y con un ingenio veloz para bromear.

‘‘Él decía que era un lugar tan hermoso como París o Nueva York, pero con menos gente’’, recordó Pedraza.

Eulalio González dejó su hogar para perseguir su sueño de ser locutor en 1944, pero encontró una oportunidad como actor de radionovelas en la producción Ahí Viene Martín Corona, cuyo protagonista, Pedro Infante, se convirtió en su padrino artístico en pleno apogeo de la época de oro del cine mexicano, en la que por igual actuó con figuras como Sarita Montiel, Libertad Lamarque y Germán Valdéz “Tin Tan”, además de gozar de una exitosa carrera musical.

Sin embargo, aquella radionovela fue la que definió su carrera, pues se quedó con el papel de “El Piporro”, un nombre que lo acompañaría toda su vida.

‘‘A pesar de que falleció ya mayor, nunca alcanzó la edad que representaba su papel de Piporro en las películas de Pedro Infante, quien era un hombre grande, pero no de edad, sino en su forma de ser’’, recordó Pedraza, quien añadió que Eulalio González tuvo la ‘muerte del justo’, al morir mientras dormía en su hogar de San Pedro Garza García.

Por su impacto en la cultura norestense al crear la figura del norteño típico, acompañado de sus botas, sombrero y gustoso de bailar al son del ‘taconazo’, el historiador recordó que su partida se resintió a nivel nacional, pero especialmente en su natal Nuevo León.

‘‘Cuando Lalo falleció, fue una de las demostraciones públicas más grandes que se hayan registrado, pues miles de personas fueron a despedirse de él en el Teatro de la Ciudad’’, compartió.



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