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Berna, la bella

Los suizos tienen en su capital uno de sus mayores orgullos


  • 24
  • Enero
    2020

La belleza del entorno fundido a un ambiente de encanto medieval es la mezcla de factores que logran hacer de Berna uno de los destinos europeos imperdibles para los amantes de los viajes. Recorrer sus calles que datan del siglo XII junto a los jardines y apreciar el río Aar, que sirve de borde para enmarcar el área antigua de la ciudad, son placeres dignos de retratar en la memoria para que no se olviden jamás. He aquí seis sitios que no debes dejar de palomear en tu lista de lugares a visitar mientras estés en Berna.

Casco Antiguo

Recorrer el Casco Antiguo es pasear por un auténtico entorno de carácter medieval y pisar un territorio que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1983. Como si se tratara del paisaje de un cuento, esta zona de la ciudad se encuentra rodeada por por el río Aar, que le otorga una encantadora sensación de aislamiento del mundo exterior. El Casco Antiguo, fundado en el siglo XII, alberga la mayoría de los edificios históricos que vale la pena visitar: la Catedral, el Palacio Federal y la célebre Torre del Reloj.

Jardín de las Rosas

Uno de los parques más bonitos de la ciudad es comparado con el Central Park de Nueva York, aunque más colorido gracias a los más de 200 tipos de rosas que allí se exhiben. También hay una abundante cantidad de otras flores como rododendros, lirios y azaleas. Este espacio fue un enorme cementerio es desde 1913, y hoy en día es un bello parque ideal para hacer un picnic, leer un libro o tomarse una foto desde su terraza desde donde se puede apreciar el centro histórico de la ciudad y el cauce del río.

Zentrum Paul Klee

Paul Klee es el artista moderno más venerado para los suizos, pues además de pintar se dedicó a la música, filosofía, literatura y docencia. A manera de homenaje arquitectónico se realizó este museo con casi la mitad de la obra del artista fallecido en 1940. El museo fue diseñado por el reconocido arquitecto genovés Renzo Piano que algún día declarara: “En este pequeño planeta, diseñar es una de las pocas aventuras que quedan”.

Palacio Federal

Cuenta con tres partes construidos en un lapso de tiempo que comprendió desde 1852 hasta 1902 y destaca porque además de ser un edificio oficial también es considerado un museo, pues dentro de él hay un gran número de piezas de arte suizo. Parte de su encanto se debe a que colinda con la Plaza Bundesplatz pavimentada con losas de granito de los cuales emanan 26 chorros de agua.

La Catedral de Berna

El templo protestante de estilo gótico roba la mirada de los turistas por su imponente arquitectura alzada en 1421. Su impresionante campanario mide 100 metros, colocándola en el más alto del país. No resistirás tomarte una foto en su portal principal decorado con 217 esculturas que representan el juicio final y sus alucinantes vidrieras del siglo XV.

Museo Histórico / Museo de Einstein

El Museo Histórico, diseñado por el arquitecto Neuchâtel André Lambert y construido en 1894, decidió cederle un área a honrar la vida y obra del científico luego de que en 2006 lograra un enorme éxito una exposición del físico que vivió en la ciudad por ahí del año 1905. El Museo Einstein comprende un espacio de mil 200 metros cuadrados en donde se pueden apreciar sus objetos personales y documentos con sus experimentos. Es también posible visitar la casa en la que vivió Einstein no muy lejos de allí.


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