Salud

Reconocen la importancia del cuscús

El Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco incluyó al platillo dentro de su lista de bienes inmateriales


  • 16
  • Diciembre
    2020

Monterrey.- La preparación del cuscús, el arte de la relojería mecánica franco-suiza y las prácticas culinarias de comida callejera en Singapur son algunas de las disciplinas que pasaron a integrar la lista de bienes inmateriales del Patrimonio de la Unesco.

En su reunión anual, constituida por primera vez de forma virtual por la pandemia, el Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco aprobó la inscripción de los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús, presentado por Argelia, Marruecos, Mauritania y Túnez.

“¡Este es un ejemplo de cooperación internacional del que estamos particularmente orgullosos!”, señaló la Unesco en su cuenta de Instagram tras el anuncio de la inclusión del cuscús en el Patrimonio Inmaterial.

La 15ª reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, presidido en esta ocasión por la ministra de Cultura, Género, Entretenimiento y Deporte de Jamaica, Olivia Grange, reunió a más de 800 participantes en línea de casi 140 países distintos.

“Es una ocasión para celebrar la cultura, para celebrar la diversidad y para celebrar especialmente todas las cosas que nos unen”, añadió el organismo en redes.

Qué es y cómo se prepara el cuscús

Los franceses descubrieron este manjar en la época de Carlos X, durante la conquista de Argelia.

El cuscús se trata tradicionalmente de la parte dura del trigo molida de tal forma que no se ha llegado a convertir en harina, este proceso de molienda se puede hacer con otras especies de cereales tales como: cebada, mijo, polenta, arroz, espelta. El cuscús es pues una sémola de trigo duro, mezclada y trabajada con harina y tamizada varias veces en forma de granos.

Los granos son de color dorado pálido, consistencia granulosa y cremosa y su sabor recuerda ligeramente al de la nuez. La sémola de trigo se cuece en una cuscusera especial que, como las vaporeras, tiene un colador por encima de la cazuela. En la parte de abajo se prepara un estofado de carne, habitualmente de cordero, cabra o pollo con verduras, de la que el cuscús es guarnición. Al final, tras varias horas de vaporizarlo, removiendo y rectificando lo necesario, se consigue una pasta suelta, vaporosa y desbordante de aroma.


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