Invierte también en ti: el consumo del bienestar

Durante las ediciones recientes del Buen Fin, una tendencia silenciosa ha empezado a destacar entre los miles de descuentos que inundan la red y los centros comerciales: La inversión en bienestar personal.

En 2025, más consumidores están priorizando la salud física, mental y emocional, por encima de las compras materiales.

Según datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), el 38% de los compradores planea destinar parte de su presupuesto del Buen Fin, a servicios relacionados con el autocuidado, como membresías de gimnasio, productos de salud, terapias o viajes cortos.

Esta cifra muestra que el Buen Fin ya no sólo se trata de adquirir más cosas, sino de invertir en sentirse mejor.

“El autocuidado no es un lujo, es una forma de sostener el equilibrio en un entorno cada vez más demandante”, afirma la psicóloga clínica María José Roldán, especialista en bienestar emocional. (Con información de Agencias)

Buen Fin para ponerse en forma

Las ofertas del Buen Fin son una oportunidad ideal para retomar o mejorar los hábitos de salud física, algunas opciones incluyen membresías de gimnasio o estudios boutique, con descuentos considerables.

Equipamiento para entrenar en casa, como bicicletas estáticas, tapetes de yoga o relojes inteligentes que monitorean la actividad física, suelen tener rebajas notables.

También puedes invertir en consultas o tratamientos de salud preventiva, diversas clínicas de nutrición o laboratorios ofrecen paquetes con precios reducidos, que fomentan el chequeo regular.

Una apuesta por la salud mental

Más allá de lo tangible, el bienestar emocional también está en la lista de deseos de este Buen Fin.

Plataformas de terapia en línea suelen lanzar descuentos para nuevos usuarios, mientras que librerías y editoriales ofrecen promociones en títulos sobre salud mental, meditación o desarrollo personal.

Otra opción son los cursos o talleres de mindfulness y manejo del estrés. Así como invertir en suscripciones a plataformas de aprendizaje que pueden nutrir la mente y la creatividad.

“En la era del rendimiento constante, aprender a descansar y reconectar con uno mismo es un acto de inteligencia emocional”, comenta Ana Serrano, coach de bienestar.

Experiencias antes que objetos

Una tendencia creciente es destinar parte del presupuesto del Buen Fin a vivencias memorables en lugar de objetos materiales.

De acuerdo con un estudio de la firma Deloitte México, los consumidores jóvenes valoran más una experiencia, como un viaje corto, un retiro de bienestar o un concierto, que un producto físico.

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