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Escena

Popeye llegará a la pantalla grande con película live-action

El mítico marinero, que fue creado hace 95 años; protagonizará una nueva película de acción real, la primera desde los años 80


  • 20
  • Marzo
    2024

Popeye, el icónico marinero que comía espinacas para lograr una fuerza extraordinaria, tendrá una película de acción real, la primera desde los años 80, compartió la revista Variety.

Las compañías Chernin Entertainment y King Features están detrás del largometraje que se encuentra en desarrollo, y que tiene entre sus guionistas a Michael Caleo, que participó entre otros proyectos en la serie Los Soprano.

El largometraje será la primera película de acción real centrada en el personaje desde Popeye de 1980, dirigida por Robert Altman y protagonizada por Robin Williams como Popeye y Shelley Duvall, quien dio vida al peculiar interés amoroso del marinero Oliva Olivo.

La película fue criticada tras su estreno, pero desde entonces ha ganado estatus de culto, además de ser reconsiderada por la crítica especializada. También fue rentable, llegó a la taquilla con el respaldo de Paramount Pictures con un presupuesto de $20 millones de dólares, y recaudó aproximadamente $60 millones de dólares en todo el mundo.

Este 2024 Popeye celebró su cumpleaños número 95; pues apareció el 17 de enero de 1929 por primera vez en el cómic Thimble Theater, una tira cómica que llevaba publicándose en el periódico The New York Evening Journal desde 1919, y que tenía como protagonista principal a Oliva Olivo, quien después se convirtió en la novia de Popeye.
 
El error de las 'poderosas' espinacas

La referencia a las espinacas que le daban fuerza sobrehumana a Popeye, presente en las tiras cómicas y cortometrajes; proviene de un estudio publicado que, debido a un error de imprenta, aseguraba que estas presentaban un alto contenido en hierro. El error fue descubierto en los años 30, pero no fue publicado hasta que en 1981 el científico T. J. Hamblin, escribió sobre ello en el British Medical Journal.

Según Hamblin: Los químicos alemanes, que volvieron a investigar el contenido de hierro de las espinacas, descubrieron en 1930 que los trabajadores originales habían puesto el punto decimal en el lugar equivocado, haciendo una sobreestimación de diez veces su valor.

“La espinaca no es mejor para usted que el repollo, las coles de Bruselas o el brócoli. Para una mayor fuente de hierro Popeye mejor hubiera masticado latas”, comentó en su momento el académico británico.


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