Aplica la psicología del color a tu favor para mejorar tu entorno
Decorar no es un acto superficial, sino una oportunidad de moldear nuestro entorno, con acentos de color y acabados, en función del bienestar emocional
- 28
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Agosto
2025
El espacio que habitamos no es un simple contenedor de objetos; en realidad es un reflejo de nuestras emociones y, al mismo tiempo, un modulador de ellas.
La psicología del color, disciplina que estudia cómo las tonalidades afectan la percepción y el estado de ánimo, tiene su origen en las investigaciones del poeta y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien en 1810 publicó su Teoría de los colores, y más tarde en los estudios de psicólogos como Wilhelm Wundt y Carl Jung, quienes subrayaron la relación entre el color y el inconsciente.
Desde entonces, interioristas y psicólogos ambientales han confirmado que los colores y los acabados influyen directamente en nuestro bienestar emocional.
Como explica la psicóloga ambiental Eva Heller en su obra Psicología del color: “Los colores y las sensaciones no se unen de manera accidental, sino que están basados en experiencias universales profundamente enraizadas en el lenguaje y el pensamiento”.

Esta idea abre la puerta a entender por qué el azul, asociado a la calma, se recomienda en dormitorios o baños, mientras que los tonos cálidos en acabado mate generan confort y cercanía en salones y comedores.
En el ámbito de los acabados, el mármol transmite estabilidad y elegancia, ideal para oficinas y salas. La talavera, con su riqueza de patrones y colores brillantes, aporta energía y tradición, siendo un acento perfecto en cocinas, donde promueve la convivencia.
Por otra parte, el acabado brillante suele relacionarse con dinamismo al reflejar más luz, mientras que los formatos mate evocan intimidad y contención.
“La textura y el brillo de un material no solo se perciben con los ojos, también generan un efecto emocional que cambia nuestra disposición hacia el entorno”, afirma la psicóloga del diseño Sally Augustin, especialista en neuroarquitectura. (Con información de agencias)
El poder del color

El rojo puede aumentar la presión arterial y generar sensación de urgencia, por eso es preferible usarlo en pequeños acentos decorativos; en contraste, el verde, según estudios de la Asociación Americana de Psicología, está asociado a la reducción del estrés y al incremento en la capacidad de concentración, lo que lo hace recomendable para oficinas y espacios de estudio.
"Los colores son la madre de todas las influencias psíquicas; son los mensajes del inconsciente que se manifiestan en la vida cotidiana”. Asegura la psiquiatra Carl Jung.
Lo mejor para cada espacio

- Dormitorio: Azules o verdes en acabado mate para inducir descanso.
- Sala: Tonos tierra y mármol claro para generar equilibrio y sofisticación.
- Cocina/comedor: Talavera y colores vibrantes que fomenten energía y convivencia.
- Oficina en casa: Blanco o gris pulido para dar amplitud, con toques de verde que aporten frescura.
- Baño: Azules y turquesas en acabado brillante que evoquen limpieza y vitalidad.
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