El brownie, un clásico que sigue endulzando a generaciones

Cada 11 de noviembre se celebra el Día Mundial del Brownie, una fecha dedicada a ese pequeño pero poderoso cuadrado de chocolate que, desde hace más de un siglo, endulza sobremesas y acompaña tardes de café en todo el planeta. 

Su textura húmeda, su aroma intenso, y su sabor reconfortante, lo han convertido en un ícono universal de la repostería. El origen del brownie se remonta a finales del siglo XIX, en Estados Unidos, y como muchos grandes descubrimientos culinarios, fue un accidente. 

Según los archivos del Chicago Tribune, una ama de casa olvidó añadir polvo para hornear a un pastel de chocolate, dando origen a una masa densa y pegajosa… pero deliciosa.

Otra versión sitúa su creación en 1893, en el Hotel Palmer House de Chicago, cuando la señora Bertha Palmer pidió un postre “más pequeño que un pastel, pero más elegante que una galleta”, para los visitantes de la Exposición Mundial. El resultado fue un bizcocho con nueces y glaseado de albaricoque que sentó las bases del brownie moderno.

En pocas décadas, el brownie pasó de las cocinas norteamericanas a las mesas del mundo. Su éxito radica en su sencillez: Pocos ingredientes, mucho sabor y una textura que oscila entre lo esponjoso y lo denso.

Hoy existen infinitas versiones: Con nueces, caramelo, sal marina, café, e incluso en su variante “blondie”, elaborada con chocolate blanco. (Con información de Agencias)

Algunas curiosidades

*El brownie más grande del mundo pesó más de 1,300 kilos y se horneó en Estados Unidos en 2013.

*Su nombre viene del color “brown” (marrón, en inglés), por su característico tono oscuro. En redes sociales, el hashtag #brownie acumula millones de publicaciones cada noviembre.

*En muchos países, el brownie es un símbolo de amistad y un clásico de los cumpleaños y reuniones informales.

¡Manos a la masa!

Ingredientes
200 g de chocolate amargo
120 g de mantequilla
3 huevos
150 g de azúcar
80 g de harina
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal
(Opcional) 50 g de nueces o chispas de chocolate

Preparación

Derrite el chocolate y la mantequilla a baño María o en microondas, en otro bol, bate los huevos con el azúcar. Añade el chocolate derretido y la vainilla, después incorpora la harina y la sal con movimientos envolventes, agrega las nueces o chispas.

Hornea en un molde engrasado a 180°C durante 25-30 minutos, deja enfriar completamente antes de cortar en cuadros.

Tips para la receta perfecta

Evita sobrehornearlo: El centro debe quedar húmedo, un palillo ligeramente manchado es señal de éxito.

Usa buen chocolate: El sabor dependerá directamente de su calidad y pureza.

Déjalos enfriar: Al reposar, la textura se vuelve más firme y concentrada.

Añade contraste: Un toque de sal o una bola de helado potencian su sabor.

HA DICHO

Sofía Cortina
Chef Pastelera 

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