Empresas de elevadores 'secuestran' a inquilinos
Afectados en cientos de condóminos están amarrados con pólizas que cobran grandes cantidades de dinero y dan 'pésimo' servicio.
- 02
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Febrero
2023
Rafael “N” se alista para ir a su trabajo e intenta tomar el elevador del edificio de departamentos donde vive, en Monterrey. Sin embargo, algo salió mal… y ya, desde muy temprano por la mañana, tiene que lidiar con un problema de la torre: ¡otra vez no funciona el elevador!Como en otras ocasiones, reporta el desperfecto a la empresa contratada para el servicio de los elevadores. Pero tiene que retirarse y ya por la noche, cansado por su trabajo, vuelve a su departamento con la idea de que ya el ascensor se encuentra funcionando. Malas noticias, debe subir por las escaleras porque los técnicos no fueron en el día a solucionar el problema.Así como Rafael “N”, cientos de condóminos en Monterrey y el área metropolitana padecen un auténtico viacrucis con los ascensores que va desde el tardío servicio de reparación, el riesgo de sufrir un accidente o hasta las sobrevaloradas cuotas para costearlos o contratarlos.De esta forma, las empresas que en Nuevo León proveen elevadores para edificios prácticamente mantienen “secuestrados” a sus clientes, pues a pesar de que cobran altas cantidades de dinero, ofrecen un servicio deficiente, siendo que por la naturaleza de estos servicios siempre está en riesgo la integridad de los usuarios.Son muy pocas las empresas que operan y dan mantenimiento a los elevadores en Nuevo León, lo que podría facilitar el que estas incurran en mal servicio y prácticas oligopólicas, como subir los precios de las pólizas. En el estado sólo dan el servicio ThyssenKrupp, Otis, KONE, Mitsubishi Electric y Schindler. Un elevador prácticamente es la “columna vertebral” de un edificio y al no funcionar la calidad de vida de los ocupantes o usuarios se ve fuertemente deteriorada, porque no hay manera de realizar actividades cotidianas.El problema es que cuando se les llama por fallas tardan “semanas” en ir a reparar y eso le pega a la calidad de vida e incluso a la integridad de los usuarios.Y los vecinos se quedan en la indefensión, porque a diferencia de otras partes del mundo, donde la autoridad tiene facultad para ir a inspeccionar y castigar a las empresas, como en Nueva York, en Nuevo León ni los municipios no tienen ninguna regulación.Si a caso, a nivel país existen tres normas de la Secretaría de Economía federal que abordan el tema, pero literalmente son letra muerta.“Estamos secuestrados por las compañías de elevadores, dan pésimo servicio y amarran a los propietarios con pólizas de mantenimiento exclusivas, y cuando se requiere buscar alternativas por falta de atención por parte de la compañía, amenazan con no hacer válida la garantía”, indicó el administrador de un edificio en la zona Valle de San Pedro que tienen contratado el servicio con la empresa ThyssenKrupp.El vecino Rafael “N”, del condominio Gravity Condominio, ubicado en la calle Barranquilla, número 126, de la colonia Alta Vista, en Monterrey, quien pidió omitir su apellido, dijo que es común que el elevador falle y la empresa los ignore.“Está descompuesto un elevador aquí de nosotros, y llamamos y te dicen que lo van a venir a arreglar y ya, no te dicen más”, lamentó un inquilino de un edificio departamental.En el mismo sentido se pronunció, Carlos Valle, administrador del Condominio Acero, del Centro de Monterrey.Señaló que hay que esperar mucho tiempo para que la empresa KONE atienda sus llamados.“Los elevadores son una parte muy importante y fundamental para los edificios, si no tienes elevador es imposible que la gente esté subiendo todos los días 20 o 30 pisos; los tiempos prolongados de mantenimiento hacen que el edificio no tenga tanta calidad”, explicó Carlos Valle.- Faltan leyes en Nuevo LeónEn Nuevo León no existe ninguna ley que obligue a las autoridades a inspeccionar los elevadores ni tampoco los municipios lo tienen en sus reglamentos.Esto al contrario de otras urbes del mundo, como ocurre en Nueva York, donde incluso promulgaron una ley del ramo en el 2019.La Ley de Seguridad de Ascensores crea la Junta Asesora de Seguridad y Normas de Ascensores del Estado de Nueva York, la cual tiene un comisionado que puede ir a inspeccionar los edificios con elevadores y sancionar a las empresas que no cumplan la normatividad.“Facultades del comisionado. El Comisionado tendrá la autoridad para inspeccionar, o hacer que se inspeccione, en curso o completado los proyectos de transporte (traslado de usuarios), emitir avisos de violaciones, suspender o revocar licencias o permisos, ni imponer sanciones por el incumplimiento de las disposiciones de este artículo.“Además, el Comisionado deberá promulgar: cumplir las normas y reglamentos que él o ella considere necesarios y apropiados para llevar a cabo los propósitos y disposiciones de este artículo y de otra manera hacer los pedidos apropiados con respecto a la reparación y construcción de ascensores”, indica el artículo 955.Además, en dicha ley se estableció que todas las personas que se dedican a la instalación, construcción, inspección, mantenimiento y reparación de ascensores sean autorizadas por el estado de Nueva York.“Requiere la concesión de licencias a las personas que participan en el diseño, la construcción, la operación, la inspección, el mantenimiento, la alteración y la reparación de ascensores y otros dispositivos automáticos para el movimiento de personas.“Crea la Junta Asesora de Seguridad y Normas de Ascensores del Estado de Nueva York cuyo objeto es presentar recomendaciones relativas a la inspección de ascensores, exámenes para satisfacer los requisitos de licencia y la aplicación de la ley para garantizar el cumplimiento y promover la seguridad pública”, se lee en la publicación.En la misma, se establecen multas de hasta $5,000 dólares si el comisionado detecta que el proveedor ha dado, por ejemplo, mantenimiento a los elevadores.Además, en esta se establecen sanciones que pueden ir desde $1,000 dólares por no acatar lo que se ordena en la Ley o declaración falsa al obtener la licencia, la cual puede aumentar a $2,000 dólares si se comete una segunda falta, la cual puede aumentar hasta los $5,000 dólares de si la violación resultó una amenaza grave a la salud, según dicta en el artículo 4,080 de dicha Ley.“La multa establecida se aumentará a una cantidad que no exceda de $5,000 mil dólares su la violación resultó una amenaza grave a la salud o seguridad de particular o particulares”, precisa la normativa.- ¡El Colmo! Incumplen con norma mexicanaEn México existe una norma que ordena darle mantenimiento cada mes a los elevadores, pero eso no se cumple, según usuarios.Actualmente, en el país, existen tres normas oficiales mexicanas de la Secretaría de Economía que cuentan con las especificaciones de seguridad y de mantenimiento de los elevadores: NOM-053-SCFI-2000; NOM-053-SCFI-2017 y NOM-207-SCFI-2018.La primera habla sobre las características que deben tener los elevadores, escaleras electromecánicas y aceras eléctricas.La segunda de cómo se debe instalar y la tercera habla del mantenimiento.Es en la Norma Oficial Mexicana de 2018 se refiere al mantenimiento de elevadores, rampas y escaleras electromecánicas, en la que se establecen los requerimientos técnicos y legales para el servicio de mantenimiento.En el punto 5.2 de la NOM se indica que por lo menos se debe hacer una visita mensual del servicio de mantenimiento para los equipos que se encuentran en: oficinas, centros de enseñanza, hoteles, hospitales, centros comerciales, estaciones de transporte de pasajeros o de carga, centros industriales, y espacios de concentración masiva (zonas habitacionales, auditorios, teatros, estadios, restaurantes, entre otros).“También aplica la revisión mensual para los equipos en condiciones ambientales de humedad, salinidad y polvo o partículas suspendidas.“Los equipos que se encuentren en lugares distintos a los señalados en el presente numeral, deben recibir una visita mínima de mantenimiento cada tres meses” se lee en la NOM publicada el 19 de octubre de 2018.No obstante, en la entidad no existe una regulación, lo que ha provocado que personas queden atrapadas dentro de los mismos, teniendo que esperar hasta dos horas hasta que llega el personal encargado de los elevadores, como lo que ocurrió el 26 de julio del año pasado en una plaza comercial, poniendo en riesgo la integridad de los usuarios.
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