Nacional

Renta de ataúdes, un negocio peligroso e ilegal en México

En tiempos de COVID-19, este negocio se convertido en auténtica amenaza contra la salud de los mexicanos


  • 24
  • Abril
    2020

En medio de la Fase 3 del la contingencia por el COVID-19 en México, la prácticas insalubres como la renta de ataúdes han comenzado a preocupar a algunos sectores de la población.

Según un portavoz de la empresa Litomex fabricante de ataúdes, Pedro Jaramillo en una entrevista que publica El Universal, asegura que la renta de cajones es una práctica ilegal que se lleva a cabo desde hace muchos años en México y ahora que el país es azotado por la pandemia constituye un gran riesgo sanitario.

Pese a que las autoridades no recomiendan hacer velorios para las personas que perdieron la lucha contra el COVID-19. Hay muchas personas que fallecen sin que se haya hecho una prueba clínica. Por lo que no se puede confiar en asistir sin medidas de protección a estos eventos. Por otro lado la costumbre de velar a los muertos está muy arraigada en la cultura mexicana.

“Hay un problema grave que ha existido durante mucho tiempo, sobretodo en el centro de la república en donde la cremación ha desplazado a la inhumación y en esa condición se ha permitido que los ataúdes entren en un mercado negro, una compra venta ilegal que no está regulada ha permitido fraudes”

Uno de los factores que ha detonado esta práctica es que las personas suelen creer que los ataúdes son muy costosos y las funerarias aprovechan para ofrecer rentas de féretros para el velorio en precios que oscilan entre los 3 mil y los 7 mil pesos.

En su mayoría, estos féretros son de personas fallecidas que fueron cremadas después de un velorio tradicional.

“He escuchado que hasta en 150 o 200 pesos se puede comprar un ataúd usado y de ese modo no se hace un gasto pero si un riesgo sanitario, ahora muy evidente y no puede continuar”

Después de la cremación ¿Quien quiere llevarse un ataúd a casa?

Desde el año 2000 se ha visto un incremento a esta ilegal forma de operar de algunas funerarias que ofrecen el servicio de renta, los ataúdes los reutilizan hasta 15 veces o más... Esto a la larga representa un problema para los mismos fabricantes, pues les genera el doble de trabajo y muchas veces el olor de los cuerpos se quedaba impregnado en las cajas y ya no desaparecía con nada, asegura Pedro Jaramillo.



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