Nuevo León

Reina descontrol en los tiraderos de Nuevo León

Estudio de la Semarnat indica que los vertederos de basura en la entidad emiten al año 123,177 toneladas de metano.


  • 26
  • Abril
    2023

A decir, por los números oficiales, en Nuevo León reina el desorden en materia de tiraderos y confinamientos de basura, incluso en los que están registrados oficialmente, ya que el 80% del total opera “fuera de control”, esto es, no cumplen con la norma ambiental que obliga, entre otros aspectos, a confinar apropiadamente los residuos.Peor aún, esa cifra no considera los basureros clandestinos, que hacen aún más daño al ambiente, y abundan en colonias y bordes de ríos de la zona metropolitana y área rural.Y si en estos sitios ni siquiera se confinan los desechos, mucho menos se reciclan; o sea que ni remotamente se acercan a las nuevas filosofías medioambientales en boga en el mundo, que buscan reciclar al máximo los residuos que genera una sociedad, dentro de la llamada economía circular para generar sustentabilidad.El Atlas Nacional de Residuos Sólidos Urbanos en México que publicó la Semarnat a finales del 2022 revela que en Nuevo León hay 44 sitios de disposición final de desechos registrados, es decir, lugares donde finalmente se confina o tira la basura.De estos, hay 39 —equivalentes al 89%—, que se clasifican como “sitios fuera de control”; además de otros tres rellenos sanitarios que confinan la basura, y dos más que no la confinan, pero son controlados, puesto que disponen de ella adecuadamente.Esto significa que sólo cinco, es decir, el 11% cumplen con la norma NOM-039 de Semarnat la cual ordena que toda basura que de plano no se pueda reciclar se entierre en un plazo de 24 horas.A estos lugares, según el estudio de Semarnat, llegan al año 1 millón 959,416 toneladas de desechos al año que se suman a las que ya se acumulan en el lugar.Se estima que estos sitios emiten al aire de Nuevo León 123,177 toneladas de metano al año.“La gestión de los sitios de confinamiento de residuos sólidos urbanos en nuestro país continúan ocasionando impactos significativos al medio ambiente y la salud humana.“Aunque están bien reconocidos como es el caso de la contaminación del suelo y los acuíferos, la emisión de gases de efecto invernadero y malos olores, la inducción de fauna nociva, el deterioro del paisaje, la exposición a sustancias peligrosas, entre otros, no se han estimado a cabalidad y se desconoce su magnitud exacta y sus consecuentes efectos sociales y económicos”, indica el estudio.Ayer, El Horizonte dio a conocer que en Nuevo León se intenta combatir los tiraderos a cielo abierto con una nueva legislación.Eso acabaría con rellenos sanitarios como el que opera la empresa PASA en el municipio de García donde entierran la basura o la dejan a cielo abierto.El presidente de la organización México, Comunicación y Ambiente y experto en gestión de residuos, Carlos Álvarez, dijo que en esta materia México está en “las cavernas”, porque sigue tanto enterrando como dejando a cielo abierto los desechos urbanos que incluso pueden ser fuente de riqueza.“México está en las cavernas, porque nosotros insistimos en desperdiciar energía, algunos residuos tienen un poder calorífico que debe ser aprovechado y que no son reciclables esa fracción.“La otra fracción que queda es la orgánica, esa la debemos aprovechar, porque son nutrientes que los obtuvimos del suelo y hay que regresarlos al suelo.“Europa está convencido que el mejor camino para poder seguir teniendo estos recursos es aprovecharlo, reciclarlos, convertirlos en energía, regresarlos a la cadena de valor, en este concepto que conocemos como la economía circula, es una forma, una visión diferente”, dijo el experto en medio ambiente.- El caso MarínEl vertedero que en Marín opera el Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos, Simeprode, carece completamente de las medidas necesarias para evitar daños al ambiente y la salud humana.Ubicado en los límites con los municipios de Higueras y Zuazua, las instalaciones carecen de la maquinaria necesaria para dar el tratamiento adecuado a la basura.La Norma Oficial Mexicana NOM-083 obliga a que una vez que los desechos arriban al punto no pueden pasar más de 24 horas sin que sean compactados y cubiertos, esto, para que no queden a cielo abierto.En Marín las disposiciones son letra muerta, pues de acuerdo a una fuente, las toneladas de desperdicio que llegan desde el municipio, y también desde Zuazua, pasan semanas sin someterse a ningún proceso.“Cada 15 días mandan una máquina desde Zuazua para empujar y abrir espacio.“Los de Simeprode van cada mes o tres semanas, después de que ahí acomodan la basura para que vayan a taparla”, compartió un informante que prefirió el anonimato.Por si fuera poco, en algunos tramos la malla perimetral de las instalaciones se encuentra completamente vencida o inexistente, esto, debido a fuertes incendios pasados.Con la falta de una barrera óptima, y con la basura a la intemperie, es inevitable que restos plásticos se vuelen fuera del vertedero.Incluso, a escasos cinco metros de distancia de la entrada, se ubica un basurero clandestino, propiciado en parte por los desechos que se escapan de Simeprode.


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