Salud

¿”Bocho” o Ferrari?

Cuando salgas a contratar no esperes que tu colaborador corra como Ferrari cuando desde un principio decidiste pagarle como 'bocho”. Pagar un sueldo menor esperando ahorros, no siempre es la solución para el crecimiento de la compañía, hay mucho más detrás de ello


  • 04
  • Marzo
    2020

Imagina a dos compañías con gran poder económico, ambas salen al mercado del buscando a quién será su próximo director comercial, en plena crisis económica tienen una misión clara: no solo sobrevivir al vendaval de factores internos y externos que afectarán, sino que en medio de un torbellino de retos tiene un crecimiento sostenido, la solución la encontrarán en su nuevo “gurú comercial”.

El empresario ‘A’, siempre ha sido un hombre muy cuidadoso con sus finanzas, Contador de profesión y Master en Administración, es complicado que cualquiera ni siquiera por error pueda tomarle desprevenido en lo que respecta al tema del dinero, no acepta un no por respuesta y siempre pero siempre quieres salirse con la suya:

“Recursos Humanos, necesitamos contratar a nuestro próximo director comercial, quiero una persona con recorrido que sepa lo que quiere y que logre imprimir su sello a la compañía, que busque el crecimiento, tienen una semana o estaremos en problemas, una cosa más dado que la crisis económica es fuerte búsquenlo con un sueldo de $30,000”.

RH, se quiebra la cabeza mientras observa como el mercado laboral ofrece entre $60 y $65 mil más prestaciones para un puesto con características similares al que les solicitaron. La semana deadline llega a su fin y el puesto sigue sin poder cubrirse, en la desesperación por encontrar a quién va a llevar a la compañía a otros niveles el empresario ‘A’ toma una decisión que para él es la mejor: “Ya no busques, tengo un conocido que ya me dijo que el acepta el trabajo, es muy bueno y que tan difícil puede ser tratar con clientes, ya verán que por $30 mil nos va a dar más de los que cobran $60 mil”. Y así fue como el nuevo director comercial había sido contratado.

Tres meses después los resultados eran claros, la compañía nunca llegó a las metas planeadas, la crisis hundió fuertemente a la empresa y estaban al grado de la quiebra.

El empresario ‘A’ no podía entender que sucedía, pero RH sí, en su afán por ahorrar unos cuantos pesos ‘A’ no entendió que el puesto de director comercial era clave y por ende, escatimar en recursos no era una opción, los $30 mil pesos mensuales que se “ahorró” se convirtieron en pérdidas millonarias, porque su director costaba lo que un “ bocho” pero la compañía no necesitaba eso, lo que necesitaba era la capacidad de un Ferrari.

Ahora vamos a revisar al empresario ‘B’, un líder poco ortodoxo y que a los ojos de la mayoría podía parecer un despreocupado “hippie”, pero igual que ‘A’ en una negociación no le ganabas una. Como su homologo estaba también en búsqueda de un director comercial que pudiera hacer crecer su empresa en el corto plazo.

“RH necesitamos a nuestro director comercial, busco a alguien disruptivo que pueda con este reto, dada la importancia de la posición es vital realizar un estudio de mercado para determinar el sueldo más competitivo, tenemos 2 semanas para empezar a ver candidatos y un mes para tener la persona”.

RH hace su investigación y al cabo de semana y media ya tiene la terna de candidatos al puesto, su sueldo: $55,000 con posibilidades de crecimiento.

En el mismo lapso de tres meses la compañía de ‘B’ ha brincado de $500 mil en ventas a $3 MDP, el sueldo del director ya no es de $55 ahora es de $70 y la compañía se ha vuelto prospera y sustentable. El empresario ‘B’ entendió que el puesto era clave y que necesitaba un Ferrari para poder llegar a las metas que buscaba, por lo cual salió al mercado con el presupuesto de uno y lo trajo a su empresa.

Una misma meta, dos caminos distintos, uno en donde la erogación se veía como un gasto y no como una inversión, en donde se prefirió buscar un ‘bocho’ en funciones que solo un Ferrari podría realizar, uno donde si en el papel parecía haber ahorros pero en donde la realidad fue otra.

Y un segundo camino donde se comprendió desde un inicio que la clave no esta en ahorrar de forma celosa, sino saber en donde ahorrar, en donde se buscó y se pagó por lo que se quería y necesitaba y al final se logro la meta.

Y después de leer esto, ¿Tú que vas a hacer, te lanzas por un bocho esperando ahorro, o prefieres ir por el Ferrari?

Por: Carlos Talancón / Asesor en Negocios

EMAIL: CARLOS.TALANCON85@GMAIL.COM

LINKEDIN: CARLOS ALBERTO TALANCON LEAL


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